Cataluña es la comunidad autónoma que sufre más robo de cable de cobre, con diferencia sobre la segunda, pero el segundo lugar es para Castilla-La Mancha, donde en Albacete transcurre gran parte de su tendido.
Según datos del Ministerio de Fomento, en Cataluña se han robado en 2015 hasta 147.000 metros de cable de cobre, cifra máxima desde que se tienen datos de estos robos.
En el conjunto del país el volumen de cobre robado se encuentra en retroceso. El total de los metros sustraídos en España ha descendido alrededor de un 15,1%, al pasar de 339.500 a 288.200 metros, pero en este mismo periodo, en Cataluña ha aumentado un 3,4%, ya que concluyó 2014 en cerca de 142.000 metros.
Por detrás de Cataluña le siguen, por volumen de cable sustraído serían Castilla-La Mancha, con 30.600 metros (un 79,2% menos que en la comunidad catalana), Andalucía, con 23.000 metros (un 84,4% por debajo) y Castilla y León, con aproximadamente 22.700 metros (84,6%).
Resulta difícil calcular cuál es la factura para el Estado de los hurtos de este metal, utilizado en multitud de sectores y que ha encontrado en China uno de sus principales mercados importadores. Su precio comenzó a incrementarse a mediados de 2005 y, desde entonces, ha crecido de manera irregular hasta situarse, actualmente, en cerca de 4.799 dólares (4.470,8 euros) por tonelada o, lo que es lo mismo, 4,5 euros por kilogramo.