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Alcalá del Júcar pone límites al turismo de despedida

  • Beber alcohol en la calle o molestar con un megáfono, entre los hechos que más se han denunciado en Alcalá del Júcar por incumplir su Ordenanza de Convivencia en los últimos meses.

El Ayuntamiento de Alcalá del Júcar se dotó, en el año 2015, de una Ordena Cívica que buscaba garantizar el descanso de sus vecinos ante el auge del turismo que, en muchos casos, se trata de despedidas de soltero o de soltera. Cuando se redactó el texto, como recuerda su actual alcalde, el socialista Juan Pascual Muñoz -que entonces formaba parte como concejal de Turismo del equipo de Gobierno- se tuvieron en cuenta las ordenanzas similares de localidades españolas que vivían una situación similar, con el que se ha venido a bautizar como ‘turismo de despedidas’ al alza.

Alcalá del Júcar, que forma parte de la red de Pueblos Más Bonitos de España, tiene en el turismo un sector que fija población y crea empleo, pero el Ayuntamiento, como lo pone de relieve su alcalde, busca también que los cientos de vecinos que residen aquí todo el año no vean perturbado su descanso en fines de semana en los que la población puede llegar incluso a cuadriplicar su número habitual, así como que el resto de visitantes puedan disfrutar de las muchas alternativas que ofrece el municipio.

En este sentido, la ordenanza recoge aspectos como la prohibición de pasear sin ropa o de no poder lucir disfraces ofensivos, al tiempo que prohíbe el consumo de alcohol en la calle o el uso de megáfonos y otros aparatos que puedan interrumpir el descanso de los vecinos.

Juan Pascual Muñoz reconoce que el texto «no siempre es fácil de cumplir» en una localidad que no tiene Policía Local y donde se debe recurrir a la Guardia Civil para su aplicación. La Benemérita cuenta aquí con cuartel, pero, por las características actuales del servicio en localidades de este tipo, no siempre hay patrulla.

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Ello no impide que el Consistorio no dedique grandes esfuerzos a hacer cumplir un documento que entienden que «es bueno para garantizar la mejor convivencia en nuestro municipio y que quienes aquí residen todo el año o quienes nos visitan buscando un turismo cultural, gastronómico o deportivo no vean alterado su descanso durante el fin de semana, por ejemplo, por grupos que puedan venir a celebrar una despedida», como lo señala su alcalde.

E indica que, de hecho, en los dos últimos años, especialmente en el último ejercicio, se han impuesto unas 35 sanciones por incumplir la Ordenanza Cívica. Son, en todos los casos, leves, pero van desde los 350 hasta los 750 euros. La normativa también contempla la posibilidad de sanciones graves -entre 750 y 1.500 euros- y muy graves -de hasta 3.000 euros-. Cabe apuntar que las muy graves pueden conllevar la suspensión total o parcial de la licencia del establecimiento donde se hubiera cometido la causa sancionada, ya que en el caso de locales, casas rurales, actividades, etc.. los propios vecinos pueden reclamar en el Consistorio mostrando una prueba de la infracción.

Entre las 35 sanciones impuestas en el último año, hay multas de 350 euros por consumir alcohol en la calle, pero también de 750 euros por cuestiones como poner música demasiado alta; o ir con un megáfono por la vía pública, impidiendo el descanso de los vecinos. En algún caso relacionado con la perturbación del descanso de los demás, también se ha sancionado a propietarios de las casas rurales donde se han producido los incidentes, ya que esta ordenanza regula la responsabilidad al propietario, no solo al inquilino.

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UN TEXTO MUY COMPLETO Y QUE SE HACE CUMPLIR

El alcalde de Alcalá del Júcar destaca que cuentan con una ordenanza «muy completa» y que trabajan con empeño para que se cumpla, conscientes de que el turismo es uno de los sectores que más ingresos generan en la localidad, pero que su desarrollo no debe estar reñido con el hecho de que sus vecinos puedan tener todos los días del año la plácida vida de la que pueden disfrutar en las temporadas más bajas de visitantes.

Cabe apuntar que la ordenanza no solamente recoge sanciones por cuestiones relacionadas con la alteración del descanso vecinal o el orden público, que puedan generarse por aglomeraciones o celebraciones.

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También cuenta con aspectos para garantizar la limpieza de la red viaria; o en lo relacionado con la tenencia responsable de mascotas. Busca, además, la conservación del mobiliario público, vandalismo, protección del Casco Histórico.

Juan Pascual Muñoz insiste en que todos los visitantes son «bienvenidos» a la acogedora localidad de Alcalá del Júcar, pero siempre que se cumplan unas normas básicas de convivencia en un pueblo que, no debemos olvidar, cuenta entre sus vecinos con un amplio porcentaje de personas mayores.

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