Álvaro Jiménez valoraba, tras caer en Copa pese a su gol, que “me quedo con el trabajo de los equipos, con la actitud de no rendirnos, hemos ido creciendo durante el partido, pese a ser un campo al que no estamos acostumbrados y a un rival con muchas ganas, pero ya hay que pensar en el Fuenlabrada, que es nuestro próximo rival, para ganar y volver a engancharnos arriba, que es lo más importante”.
“En el gol estaba convencido de que la iba a meter Dani pero hay que estar atento siempreo, el portero se la despejó, pude ver un hueco y lo metí en el palo corto”.
“Lo de Morillas es un balón que me mete Fer y no lo veo, Morillas va a despejar y me despeja el tobillo. El pobre ha tenido mala suerte y se ha roto la tibia. Al minuto me pegan un balonazo en la cara que pierdo la conciencia y al minuto entro y meto el gol, no sabía ni donde estaba, en el descanso me han tenido que dar un par de guantazos y espabilarme”.