Este jueves ha continuado el juicio contra M.M.C., la mujer acusada de haber dado a luz a un bebé con vida, en el almacén del bar donde trabajaba -por la zona del Recinto Ferial en la capital albaceteña- y haberle asesinado al meterle en bolsas de basura y abandonado en una caja, en este mismo almacén, con la declaración de varios amigos -entre ellos los dos que la atendieron en un primer momento en el almacén- así como compañeros de trabajo y sus padres y todos han reiterado que desconocían su embarazo, además de que no lo habían sospechado.
El primer testigo en declarar sí ha señalado que lo conocía, al ser el amigo al que ella pidió ayuda para que la llevara a Murcia -supuestamente a abortar aunque él no ha reconocido este dato- pero ha indicado que después le dijo que ya no estaba embarazada, ante lo que ya no preguntó qué había pasado.
La técnico de la Ambulancia que la recogió del bar ha declarado que la mujer en ningún momento les contó «que se le hubieran salido las tripas» o que «había echado una bola como un erizo», que mantuvo que era «un grano que se le había explotado» y pensó que había podido afectar a una vena.
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LO NEGÓ EN EL HOSPITAL
También han declarado dos ginecólogas. La que le atendió, en un primer momento, en el servicio de Urgencias del Hospital de Albacete, que ha señalado que, desde el primer momento y tras la exploración, tuvo claro «que había tenido un parto, de tercer trimestre o llevado a término», por mucho que «ella negaba que hubiera ningún bebé ni que hubiera expulsado nada que no fuera sangre, por la regla».
Otra ginecóloga ha indicado que, ante la gravedad que podían tener los hechos, su compañera le pidió una segunda opinión, porque estaba segura que esa mujer había dado a luz, como así también lo concluyó ella a pesar de que la procesada «negaba que hubiera ningún bebé».
La primera médica que la atendió ha señalado que no tuvo la sensación de que estuviera bajo los efectos de ninguna droga.
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La técnico de la Ambulancia, a la que activó el 112, ha detallado que, una vez en el almacén «no nos dijo nada de ningún bebé» y ha valorado que, por la prontitud con la que llegaron al local, «si el bebé hubiera sido atendido, posiblemente habría llegado con vida».
La dueña del establecimiento -que ese día estaba trabajando en la cocina y ha señalado que no escuchó nada extraño- y sus dos hijos también han declarado. Uno de ellos no estaba ese día en el bar, pero el otro sí y ha indicado que la procesada, que ya les había comentado que tenía un grano que le daba problemas y le estaban curando, le pidió ausentarse para ir al almacén porque se encontraba mal, pero ya no supo hasta que uno de sus amigos -al que la acusada llamó por teléfono para que avisara a una ambulancia porque se desangraba, como lo ha relatado él mismo- advirtió de que estaba pasando algo.
Todos han insistido en que no sabían que estaba embarazada y que tampoco le notaron ningún signo de embarazo en esos meses.
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El padre de la procesada ha señalado que les avisaron y fueron a la Comisaría, si bien solamente pudo verla unos segundos, mientras la trasladaban de un espacio a otro y que recuerda que «me dijo ‘papá que me quieren hacer que he parido’ y yo me quedé helado”, porque «no sabía nada» y ha relatado que «un mes antes estuvimos en la piscina 25 personas y nadie notó nada, lo hemos comentado mil veces desde entonces y nadie lo notó».
La madre también ha precisado que «no sabía que estaba embarazada no tenía ni idea» y que sí tenía conocimiento de dos abortos previos, puesto que incluso en una ocasión la acompañó ella a la clínica.
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