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La artista y caligrafista Ana Navarro llena de vida, con sus lienzos, los muros del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha en Albacete. Aquí pasa las mañanas llenando de atractivos lienzos los muros, al lado de la Vía Verde.
En total, serán nueve los lienzos que plasme en estas paredes.
Destaca del trabajo que a veces los sueños se cumplen y, en sus redes sociales, recuerda que, en sus paseos con el perro por la Vía Verde a la vera del Jardín Botánico de Albacete, «una idea bullía en mi cabeza: habría que utilizar estas paredes para contar lo que hay al otro lado».
«Había visitado el Jardín varias veces y en cualquier época del año me maravillaba, es un sitio especial, un remanso oloroso y sonoro de paz y vida. Poco a poco la idea llegó al papel y a partir de ahí, con la ayuda inestimable de su director Pablo, el conservador Alejandro y el divulgador Guillermo, el proyecto cuajó con profundidad en dibujos y contenido».
El primer muro que pintó es la portada de un libro que se desplegará en nueve páginas a lo largo del paseo.
Una invitación a entrar al Jardín Botánico de Castilla-La Mancha, a descubrir este Museo Vivo, a conocerlo y a sentirnos orgullosos de él, como destaca Navarro.
NO ES VISTOSA ES VALIOSA
En uno de los muros reproduce la vella pseudocitysus (el Pítano) una planta diminuta preciosa, que en primavera revienta de flores amarillas y crece en suelos de yeso.
Está en peligro de extinción y en el Jardín trabajan en la recuperación y adaptación de ésta y otras especies amenazadas. Por eso, destaca que han «querido que sea el centro y símbolo del trabajo de conservación del Jardín Botánico». «No es vistosa es valiosa» indica su lema.
También destaca en otro muro la importancia de la investigación, así como de la biodiversidad.
