La apertura de la nueva Sala de Estudios municipal, que se ubicará en la antigua Comisaría de la Policía Nacional de Albacete, es «inmediata», en palabras del propio alcalde de la ciudad, Emilio Sáez.
De hecho, la Junta de Gobierno Local, en su última reunión, dio luz verde a la contratación del mobiliario para su equipamiento, como consta en el expediente de la misma que ya es público.
El contrato de suministros para esta nueva Biblioteca Municipal será de unos 190.000 euros, con IVA incluido.
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En el expediente se detalla que esta inversión se hará con cargo a los Presupuestos del Ayuntamiento de Albacete de 2023.
Cabe recordar que el edificio contará también con una sala de Exposiciones, como se presentó en el proyecto al que se dio luz verde en el año 2020.
La actuación de rehabilitación del edificio tenía un presupuesto de algo más de 1,6 millones de euros, inversión que sería financiada en un 80% por fondos comunitarios, a través del programa operativo FEDER 2014-2020 Plurirregional.
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Con la rehabilitación, desde el Ayuntamiento indicaron, en su momento, que se crearía un salón de actos capacidad para 52 personas en la planta semisótano, por donde se sitúa la entrada desde la calle María Marín. Los espacios que quedan junto al salón de actos, lugares flexibles pensados en actividades de participación ciudadana, se destinarán a Laboratorio Urbano.
En la planta baja se habilitará la biblioteca, que vendrá a sustituir y ampliar a la que actualmente está ubicada dentro del Parque de Abelardo Sánchez y que contará con una sala de lectura infantil, una sala de informática, una sala de lectura general y una sala de lectura y prensa. En la planta primera se situará una sala de estudio que se estimaba que tendrá unos 80 puestos y también contará con los despachos para la administración del edificio.
En la planta segunda surge un espacio de unos 41 metros cuadrados que se destinarán para cafetería. El concejal de Urbanismo ha explicado que la solución arquitectónica y funcional adoptada para el conjunto del edificio responde a dos ideas principales, por un lado, la eliminación de las barreras arquitectónicas haciendo accesible dicho inmueble y, por otro, la búsqueda de edificios diáfanos y flexibles en los espacios destinados al público.
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El edificio lleva cerrado unos 15 años, desde que la Policía Nacional de Albacete estrenó su nueva Comisaría, en la zona del Puente de Madera y trasladó sus instalaciones, cerrando estas que habían acogido el servicio durante muchos años.
El Ayuntamiento de Albacete recuperó este edificio de propiedad municipal y desde entonces está cerrado, si bien ahora desde el equipo de Gobierno subrayan que su apertura es «inmediata».
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