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Apoteosis en Albacete: Peñaranda, Romero y Mazo rinden la feria en una tarde de mucho futuro

Por Julio Martínez
 
Antes de empezar la faena al último de la tarde salió al ruedo, de paisano, Sergio Martínez, en el 22º aniversario de su alternativa. Se estaba empezando a vestir de blanco y oro hace 22 años cuando caía la segunda de las torres gemelas el día en que, de rebote, Enrique Ponce le dijo «bienvenido a la profesión más bonita del mundo». Ahora es él quien da la bienvenida a los niños que quieren ser algún día como Ponce o como Sergio Martínez. O como Alejandro Peñaranda, Nek Romero y Francisco José Mazo. Para aquellos chavales cuyo sueño es que algún día les salga una novillada de El Montecillo como la que se lidió este lunes en Albacete. El éxito total, una tarde para la historia. Todos a hombros. Seis novillos, seis estoconazos, seis orejas. Tres triunfos de tres novilleros en momentos diferentes, pero que hicieron del festejo un espectáculo digno de ver. ¿Hay futuro? Hay toreros, lo del futuro no depende tanto de ellos, pero si les dejan, aquí hay tres chavales que quieren desayunar diamantes gracias al toro.
 
Alejandro Peñaranda brindó su primero al debutante y amigo, Francisco Mazo. Un novillo muy serio de El Montecillo con el que se mostró tranquilo. Más asentado y despejado de mente que en otras ocasiones en esta misma plaza. Faena en dos actos. Primero, de conocimiento. Segundo, de sometimiento. Entendió bien Peñaranda lo que requería el utrero: suavidad, temple y mucho mando. O pasa el balón o pasa el tío, que se dice. Si dudas con animales de este tipo, colleja. Una labor poco vistosa para el gran público, el que suele acudir un lunes a una novillada con la entrada regalada, pero de mucha madurez profesional. El epílogo del trasteo no fue especialmente destacable, pero la estocada, escandalosa. La mejor de la feria hasta el momento. Oreja importante.
 
Con su segundo, otra invitación a soñar. Un paso adelante para colocarse ya en primera línea de los novilleros. Viene Peñaranda de ganar el certamen de novilladas de Las Ventas, pero quizá no ha terminado de engancharse al pelotón de cabeza. Aprovechó la dulce movilidad del utrero para ligar no solo con temple y limpieza sino con estilo, gusto y cadencia. Y ese es el momento clave en la carrera de un torero, cuando pasa de defenderse a atacar. Cuando cambia el toreo sometido a la voluntad del toro por el toreo que nace de su vocación. Muy bien. De verdad, muy bien, Alejandro Peñaranda. Merece la pena seguirlo. Además los mata. Y cómo los mata. Cortó otra oreja que pudieron ser dos si el novillo se hubiese echado más rápido. En octubre estará en Madrid, Zaragoza y Valencia. Al nivel de hoy, la temporada del año que viene puede cambiarse la vida.
 
De la cantera valenciana, tan prolija tiempo ha, está destacando últimamente Nek Romero, que en su presentación en Albacete dejó claro el porqué. Tiene dos naranjas muy gordas. Poderoso con el capote, pero sin sacrificar el toreo vistoso. Tras el tercio de varas, resuelto con acierto por Puchano, Romero dejó un quite por altaneras muy ajustado. 
En la faena de muleta, que brindó al ganadero Pedro Jovani, el torero de Algemesí puso de manifiesto que ha venido a esto para algo más que para hacerse la foto y engañar a alguna groupie. Se coloca en el sitio, sabe cuándo tocar al toro y es capaz de esperarlo para que los muletazos vayan cosidos al animal. Y además corre la mano con temple y con un toque personal. Cuando ves a Nek Romero no piensas en otro. Su oponente se movió en todo momento y puso emoción en el ruedo. Ese novillo típico que si estás preparado parece bueno y que si estás de cachondeo en la profesión te sirve para buscar excusas. Se tiró a matar con todo y cobró una gran estocada, aunque necesitó un golpe de descabello. Cortó la oreja.
 
Con su segundo, poca lucidez en los primeros tercios. El único momento verdaderamente aburrido de la tarde. Por eso, Romero apostó. Prólogo de rodillas en el tercio y a punto estuvo de volar. Ya en los medios, al natural, nos mostró su capacidad y su versatilidad. Con un novillo cambiante y que no se entregó nunca, mansote, el valenciano fue cambiando de registros para que la faena no bajara el nivel. Se quedó muy cerca, ganando pasos, de uno en uno. Muy de verdad. Antes de montar la espada dejó una tanda por naturales de un mérito incalculable, que terminó por convencer a los tendidos. Ya estaba hecho, pero por rizar el rizo, unas bernadinas de infarto. Y para finalizar, una estocada con rango de obra de arte. Orejón. 
 
Para su debut con picadores, Francisco Mazo recibió a un utrero muy serio, lo propio en Albacete. Y pese a su bisoñez sí demostró que este año ha crecido mucho como torero. Llega además al escalafón de novilleros en un momento de extrema competencia en Albacete, fruto del gran trabajo, no nos cansamos de repetirlo, de los maestros de la escuela, capitaneados por Sergio Martínez. Por eso, Mazo no se guardó nada. Especialmente con la muleta, tras brindar al cielo su primer postpuyazo, en recuerdo a su padre, exitoso picador, que falleció recientemente. 
 
Lo hizo fácil, aprovechó la generosidad del animal en términos de entrega y corrió la mano con desparpajo. Muletazos limpios, en la distancia corta y ligando con mucha soltura. Consiguió que el público fuera partícipe del trance y lo remató con una estocada letal, algo contraria, pero eso nunca será pecado capital en un juvenil. Le pidieron las dos orejas, pero Coy lo dejó en una. 
 
Excelente novillo, con embestidas cadenciosas, muy rítmicas fue el sexto de la tarde. Un carretón con veneno potable en dos leños de plaza de primera que también le dio la bienvenida a Mazo al fuego real. Hubo un momento en mitad de la faena en la que la acometividad del de El Montecillo frenó la obra, que estaba cogiendo cotas altas, especialmente por el pitón derecho. No terminó de sentirse cómodo al natural, pero lo suplió con entrega. Con la espada, otra vez se tiró sin ambages y consiguió una entera, contraria y letal estocada. Oreja.
 
FICHA DEL FESTEJO
 
Lunes 11 de septiembre de 2023. Plaza de toros de Albacete. 4ª de la feria de la Virgen de Los Llanos. Más de media plaza. Novillos-toros de El Montecillo, de excelente presentación y de juego interesante; todos propiciaron el triunfo de los toreros.
 
Alejandro Peñaranda, oreja en ambos.
 
Nek Romero, oreja en ambos.
 
Francisco Mazo (debut), oreja con petición de la segunda y oreja.
 
Salieron todos a hombros junto al mayoral de la ganadería.
 
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