El míster del Alba, Aritz López Garai, valoraba tras la derrota con el Girona que: «los entrenadores, sin resultados estamos abocados a la destitución. Hasta ahora no me han dicho nada, estarán pensando y lo que tenga que ser será, pero es algo que no depende de mí».
En la decisión podré estar o no de acuerdo pero toca acatar lo que sea». «No tengo ningún reproche».
«El vestuario es una imagen muy dura de ver, porque ves a jugadores con muchos partidos en la categoría llorando como ha sido el día de hoy».
«El vestuario se ha vuelto a llevar un golpe duro pero no queda otra que levantarse».
«El partido, quitando los primeros 15 minutos que ellos han estado mejor, ha estado muy disputado. Hasta el descanso hemos estado bien y en el segundo tiempo hemos arrancado muy bien, con posible penaltis, no he visto las imágenes».
«Los jugadores han dado todo lo que tienen, lo han hecho por momentos muy bien, pero nunca tienen premio y eso es difícil de sostener».
«En el segundo tiempo estábamos muy bien hasta que nos hemos marcado, por eso no había cambios antes. Los cambios creo que tienen que ser cuando algo no funciona, pero hoy no era el caso».
«El equipo me ha gustado».
