Eran alrededor de las 12 del mediodía de este martes 5 de marzo cuando saltaban las alarmas en la carretera de Jaén, en un chalet de la calle Guatemala. Varios vecinos habían alertado a la Policía Nacional de que se habían escuchado disparos en una de las viviendas. De inmediato, la zona se llenaba de Policía Nacional, en un primer momento con las unidades de la Comisaría de Albacete.
Arma en mano y cubiertos con casos o escudos los policías rodeaban la entrada principal de la vivienda, mientras otros hablaban con la pareja del hombre que se había atrincherado en el chalet y con otros familiares -como su padre, que visiblemente preocupado, era también de los primeros en llegar- y las informaciones oficiales aseguraban que los disparos eran de un arma de aire comprimido, si bien una hora más tarde se confirmaba que era un arma de fuego y se activaba al grupo de los GEOS de la Policía Nacional, que debía llegar desde Guadalajara.
13.00 horas.- Llegaba a la zona una UVI Móvil, con equipo médico al completo, que quedaba estacionada junto a la urbanización donde se encuentra el chalet y la Policía Nacional comenzaba a extender los cordones policiales que, con el paso de las horas y ante la gran multitud de curiosos que se fueron agolpando en las zonas desde donde se observaba la operación, iría afectando a más calles.
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Cada vez eran más los amigos que estaba encerrado en su vivienda que llegaban al lugar. Lágrimas, nervios y todos compartían un mismo nombre cada vez que les llamaban para ver qué pasaba «sí, es Chicuelo, el de Balazote». De hecho, la foto de su perfil en redes sociales comenzaba a correr como la pólvora por los grupos de programas de mensajería móvil.
La pareja del detenido, con una herida visible en la frente, conversa con uno de los policías, en los primeros instantes del despliegue.
Los vecinos, sin querer desvelar su nombre por temor a represalias comentaban que no era la primera vez que el ahora detenido protagonizaba algún incidente, en el que habían tenido que terminar llamando a la Policía.
Una vez escapó por la piscina y las zonas comunitarias de la urbanización», explicaba una vecina, mientras eran varios los que lamentaban la herida en la cara que llevaba la pareja del chico ahora arrestado, que sí habría estado con él en la casa al inicio de la discusión pero que ya no estaba dentro cuando se han escuchado los disparos. En ese momento él ya estaba solo.
14.30 horas.- Hasta la zona, donde ya se encontraba el comisario jefe de la Policía Nacional, se desplazaba el subdelegado del Gobierno en Albacete, Miguel Juan Espinosa, para seguir en primera persona lo que estaba sucediendo. Después se incorporaría también el concejal responsable del área de Seguridad y Policía Local, Francisco Navarro, puesto que el alcalde, Manuel Serrano, se encontraba en Málaga recogiendo un premio para la ciudad.
Un camarero de la cafetería cercana no tenía reparos en contar a la prensa y clientes que se acercaban que esta misma mañana había estado allí bebiendo «bastante». Que se había tomado una botella de anís y se había llevado de JB. De hecho, poco después, un audio contando su trato hoy con el ahora arrestado se hacía viral por las cadenas de mensajes de Whatsapp.
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15.55 horas.- Llegaban entonces a la zona agentes de una Unidad Operativa de Madrid, con un negociador de la Policía Nacional y los drones que ‘vigilarían’ ya el resto de la operación también desde el cielo. Pocos minutos después, y a la hora prevista, llegaba un ‘ejército’ de GEOS con el material de protección propio de este grupo especializado de la Policía Nacional.
Parecía que la resolución del conflicto era inminente pero todavía quedaría más de una larga hora por delante.
En el lateral de la urbanización, dentro del cordón policial, un grupo de amigos y familiares trataba de darse consuelo por lo que estaba sucediendo.
Los vecinos salían de sus casas para tratar de seguir con su actividad normal, algunos con los materiales para practicar deporte y otros para pasear a sus mascotas. Los vecinos de la vivienda colindante explicaban que habían dejado su casa a la Policía Nacional para que pudieran acceder lo más cerca posible del hombre que estaba encerrado, con un arma, en la suya.
17.15 horas.- Alrededor de las cinco y cuarto de la tarde, el hombre se entregaba y era detenido.
La detención se ha producido finalmente sin ningún tipo de fuerza, con absoluta normalidad, gracias, eso sí, a un trabajo impecable de la Policía Nacional», destacaba después a los medios de comunicación Miguel Juan Espinosa.
En ese momento, los familiares comenzaban a abrazarse «está vivo» decía uno al resto del grupo, antes de que la Policía Nacional los reuniera para explicarles.
Varios de ellos abandonaban en ese momento la zona y una mujer sí se detenía a pedir a los medios de comunicación «no mentir, porque en un sitio he visto que decían que había matado a su mujer e hijos y no tiene». Tras explicarle que de los medios allí presentes no había salido esa información y preocuparnos por cómo se encontraba el detenido, la mujer explicaba que iba a ser trasladado al Hospital. «Es un enfermo, tiene problemas de adicción», apuntaba y pedía respeto para una familia trabajadora que lo ha pasado realmente mal.
Quienes les conocen narraban a los medios de comunicación que los padres, que se dedican al ajo en Balazote, son trabajadores y apuntaban a los problemas de adicciones del hijo.
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De este modo, más de cinco horas después del inicio del suceso en un chalet de la carretera de Jaén, en la calle Guatemala, la operación terminaba y el subdelegado del Gobierno, Miguel Juan Espinosa, ha destacado que haya terminado sin heridos, «con una operación policial de gran envergadura». El hombre, que alrededor de las 12 del mediodía había disparado al aire desde su domicilio, era detenido, en un operativo donde había participado UPR de la Policía Nacional de Albacete y los GEOS de Guadalajara.
Espinosa ha precisado que desconocía si el detenido tenía antecedentes y ha indicado que no tenía constancia de otras intervenciones policiales en esta vivienda recientemente.
Eso sí, no crean que la multitud de personas que se había agolpado en las distintas calles durante las largas horas de espera se iba también a casa ya. Entonces, una vez quitados los cordones policiales, eran muchos los que se acercaban a la casa en cuestión, para ver también el importante despliegue de televisiones nacionales que había en la zona.
Por suerte, todo quedó en el susto, en la gran expectación, pero no hubo que lamentar daños mayores.
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