
El Gobierno ha puesto fecha a la eliminación de los carburantes fósiles en el transporte privado en España. El plan del Ejecutivo de Pedro Sánchez fija que desde 2040 ya no se venderán coches con combustibles fósiles y que en 2050 ya no circularán por las carreteras españolas ningún coche que no funcione con energías limpias.
La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha elaborado un informe junto con la Organización de Consumidores Europeos (BEUC) para analizar qué coste tendrá este cambio.
Se trata de un estudio sobre el coste total que tienen que soportar los consumidores a lo largo de la vida de un vehículo en función de los diferentes tipos de motores.
Los resultados fallan a favor del medioambiente. Los vehículos de gas (gas natural y GLP) y los eléctricos son los vehículos con menor coste para el usuario. Por el contrario, los costes más elevados son para los vehículos de pila de combustible (que apenas existen en España) y para los vehículos de gasolina y diésel.
Las energías ecológicas no solo constituyen un futuro más sostenible, sino también uno más barato y competitivo, según la OCU.
El informe señala que el modelo español favorece a los coches eléctricos debido a que en nuestro país existe una tarifa eléctrica ‘Supervalle’ con grandes descuentos y al alto impuesto que hay sobre los vehículos que emiten CO2, especialmente sobre todoterrenos y vehículos de alta potencia.
El informe de la OCU incluye un apartado en el que se compara la diferencia de precio entre cada tipo de automóvil con uno de gasóleo. Si se adquiere en coche en 2018, el coste total en 2030 de un coche de motor eléctrico será un 9,2% más barato y alcanzará el 11,1% para los motores de gas natural. Mientras que los vehículos de gasolina serán un 4,5% más caros.
