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Campus o Bar Juanito (Opinión)

Texto: Julio Martínez

Mi Black Friday no es una rebaja, es una multiplicación. Morante televisado en el Sanlúcar sin playa de Ecuador. En la Diputación presentaba Antonio Magán sus 83 cuentos de mierda. Siempre que le leo recuerdo esa frase de Oscar Wilde que dice que un ‘gentleman’ nunca ofende sin querer. Los pobres de espíritu celebraron ver sobre el terreno la caída del muro de Berlín. Magán vio y escuchó como se le rompía a uno un cojón en Tobarra: “como pisar un huevo kínder con el regalo dentro”. Por eso hoy el mundo del deporte, el que lo escribe y dicta, estaba en la Diputación. El caso es que era este un viernes con más planes que un gobierno de coalición. Y como decía la semana pasada, el Alba siempre está. En medio de todo este catálogo de oportunidades juegan once con el murciélago en el pecho. {loadmoduleid 6428}

Depende, eso sí, del lugar donde jueguen. El Black Friday del Alba es ir a jugar al Palmar y que te regalen dos goles de alevín. Ni así pudo el Alba, pese a un genial Manu Fuster, al que le falta otro partido igual para confirmar su vuelta al fútbol. Es la única sorpresa entre algo que ya no sorprende: Rubén de la Barrera tiene solo una idea de equipo, pero juega en dos ligas. Una, que se juega en el Belmonte a cuerpo de rey, y otra, que le lleva por gaches y que le exige salirse del sota, caballo y rey de los académicos de pitillo y brillantina. Decía un pintor inglés, Joshua Reynolds, que una persona recurrirá siempre a cualquier tipo de táctica con tal de evitar el auténtico trabajo de pensar. ¿Me va bien en casa contra un Barça B competente? Malo será que no me funcione con estos de Sanlúcar…

Hay dos ligas y solo un Albacete, incapaz de disfrazarse de camaleón. El Alba juega en el Campus, pero también tiene que almorzar en el Bar Juanito. El que solo es del Alba quiere verlo en las grandes plazas. A los aficionados al fútbol, en general, una visitilla de vez en cuando a campos como el de Sanlúcar tiene su encanto. Son, para equipos medianamente consolidados, estadios de Copa del Rey. Para el Alba es el día a día, aunque su entrenador no se ha enterado todavía. Aun así, reconcilian con el ‘modern football’ las vallas publicitarias de abogados González Saborido, de Venta Bachicha y de Bar Juanito. Había más ambiente en la barra del bar de El Palmar en el descanso que en todo el partido. Qué nos hemos dejado por el camino…{loadmoduleid 6430}

Es innegable que el Alba no sabe salir de su casa. No es capaz de controlar ni asume ser dominado. No juega a nada cuando sale del Belmonte y vive de la caridad, cuando la encuentra. Cuando aparecen los Baleares, Villarreal o Linense, a penar. Es capaz de competir para estar con los mejores, pero no ha demostrado que sea capaz de competir para ser el mejor. Y eso que ha estado a siete minutos de dormir líder, pero esto no es como empieza sino como acaba. Si el entrenador no genera un equipo para conquistar el Belmonte y otro para pelear cada partido fuera de casa, tendrá difícil sumar de tres en tres. A De la Barrera le gusta el Campus, solo hay que verlo, pero jugando en la Segunda B hay que saber ponerse el mono en el Bar Juanito y no desentonar. Es su tarea pendiente.{loadmoduleid 6455}