Un año más la Jornada Mundial del Emigrante y del Refugiado nos invita a poner la mirada en las personas que más sufren, las víctimas de la guerra, la persecución y el hambre que se ven obligadas a dejar su hogar en busca de un futuro mejor. Este año, con el lema “Menores migrantes vulnerables y sin voz. Reto y esperanza”, la jornada se centra de manera especial en los niños y niñas migrantes que son quienes más sufren las graves consecuencias de la emigración, causada por la violencia, la miseria y las condiciones ambientales.
En el marco de esta jornada, Cáritas expresa de nuevo su opción por los últimos y no atendidos allí donde se encuentren, en cualquier lugar del mundo y sin fronteras de ningún tipo. Hace más de un año la Institución puso en marcha la iniciativa Migrantes Con Derechos, que aborda la situación que viven cientos de miles de personas en las fronteras de Europa y defiende los derechos y la dignidad de todos los migrantes dentro de un sistema económico injusto en que prevalece el lucro sobre la dignidad de la persona y el bien común.
La Iglesia de Albacete, recién iniciada su Misión Diocesana, también tiene el objetivo de dar una respuesta de acercamiento y acogida a aquellos hermanos y hermanas que llegan o residen hace tiempo en nuestros pueblos y ciudades. Con este motivo, el Secretariado Diocesano de Migraciones, junto a Cáritas, convoca un año más el Encuentro Diocesano, que se celebrará el sábado, 14 de enero, en la parroquia de la Resurrección de Albacete, a partir de las 10:30 h de la mañana.
Este año el encuentro contará con la presencia de D. Severino Lázaro Pérez, párroco de San Francisco Javier y de San Luis Gonzaga de la Ventilla (Madrid) que reflexionará sobre la “Pastoral de Migraciones desde la parroquia” y propondrá una serie de líneas de acción a tener presentes en el trabajo diario con las personas inmigrantes. Después de su intervención, será el turno del chocolate ofrecido por Cáritas. Después, sobre las 12:30h la jornada continuará con una mesa de experiencias. Toda una oportunidad de aprender juntos a dar una respuesta adecuada como Diócesis a este verdadero signo de nuestro tiempo.
