Seguramente, te estarás preguntando, como la mayoría de la gente que me cruzo cada día, por qué me meto en política. Tomo esta importante decisión, porque creo que hay otra forma de hacer las cosas, otra forma de tratar a los que necesitan más ayuda para superar estos momentos tan difíciles, en los que hay tantas familias con todos sus miembros en paro y que tienen que vivir con lo justo y, a veces, ni eso. Estoy convencido de que hay otra forma de ayudar a las personas, que se merecen que aquellos que están al frente de su Ayuntamiento, al menos, les escuchen y se dediquen en cuerpo y alma a hacerles la vida más fácil y a traer más oportunidades para esta ciudad.
Hace ya más de diez años inauguré una cafetería en el Polígono Campollano. Por aquellos tiempos, estábamos 16.000 currantes trabajando dignamente para llevar un sueldo a casa. Hoy en día y debido, sobre todo, a estos últimos cuatro años devastadores, esta cifra apenas llega a la mitad.
Cada día escucho a mis clientes, a los que considero amigos, las dificultades que están pasando para poder hacer frente a todos los gastos que genera una casa y, lo más preocupante, alimentar dignamente a sus familias.
Y así, día tras día, hasta que llega un momento en el que pienso que yo puedo ayudar a sumar mi granito de arena para que a la política también lleguen las voces de los que se quedaron sin empleo y ni tan siquiera les pagaron lo que les correspondía; o las de aquellos que un día montaron un negocio con toda la ilusión y todos sus ahorros, y tuvieron que bajar la persiana; incluso la de esos jóvenes que llevan toda su existencia hincando los codos y tienen que buscarse la vida en otros países, haciendo de todo menos para lo que se han preparado.
Cuando tuve clara mi decisión, un amigo me presentó a Modesto Belinchón, candidato del PSOE a la Alcaldía de Albacete. Me bastaron cinco minutos para darme cuenta que Modesto era el ‘jefe’, que yo necesitaba, porque su mayor preocupación es ayudar a los que peor lo están pasando. Modesto tiene Albacete en su cabeza, conoce a la perfección el Ayuntamiento y, lo más importante, es muy trabajador y honrado, y está ilusionado y preparado para ayudar a sus vecinos y vecinas.
Además, esta decisión me ha permitido conocer al magnífico grupo de compañeros que lidera Modesto Belinchón y que se han embarcado en este bonito reto de construir un futuro mejor para Albacete. Un grupo extraordinario en el que conviven muchos jóvenes excelentemente preparados con veteranos, con una gran trayectoria en la gestión y experiencia profesional.
Los que me conocen saben que cuando me embarco en algo lo hago en cuerpo y alma. Así lo hice durante mi etapa como futbolista y así lo haré a partir del 25 de mayo, día en el que Modesto Belinchón será, gracias a tu confianza, alcalde de Albacete.
Nunca he escuchado a un político decir que si no cumple con lo que promete presentará su dimisión. Eso demuestra su grado de implicación y lo comprometido que está por mejorar la situación. Te invito a que entres en su página web
(www.modestobelinchon.es), porque allí podrás leer el proyecto del PSOE para Albacete y conocer al hombre que cambiará el rumbo de esta ciudad y que, como él suele decir, quiere contar con todos para conseguirlo.
