CCOO denuncia el progresivo deterioro del servicio sanitario en la prisión de La Torrecica y asegura que está afectando tanto a la salud de las personas internas como a la de los trabajadores y trabajadoras del centro y a las personas voluntarias que acuden a desarrollar actividades.
La prisión de La Torrecica no es una excepción al abandono generalizado de la sanidad en los centros penitenciarios. Así lo asegura la sección de CCOO que ha denunciado la situación que atraviesa el servicio en el centro de Albacete debido a la falta de personal sanitario, ya que actualmente sólo se cuenta con un médico que está contratado temporalmente, cuando debería haber dos, conforme a la RPT (Relación de Puestos de Trabajo). Esto se traduce en una sobrecarga de trabajo para el resto del personal, que se ve obligado a desempeñar tareas que no le corresponde cuando el único médico que hay está de descanso o de vacaciones.
Otro problema que CCOO quiere denunciar es que por razones que se desconocen no se están realizando los traslados hospitalarios de los internos enfermos que tienen que acudir al Hospital. Estos traslados los realizan las Fuerzas de Seguridad, pero últimamente las salidas programadas de las personas internas para acudir a las citas médicas no se están llevando a cabo, hasta el punto de que ha habido algún caso de un enfermo de cáncer que no ha ido a la sesión de quimio.
La Sección Sindical de CCOO en la prisión de La Torrecica sostiene que la merma del personal sanitario no sólo está empeorando la salud de las personas internas, sino que además está aumentando la conflictividad, y advierten de que en cualquier momento van a lamentar que ocurra una desgracia.
Además, desde la Sección sindical se denuncia también la existencia de una plaga de chinches en el Centro de Inserción Social, explicando que hace unos meses los funcionarios de vigilancia informaron de la aparición de chinches en una celda y de un interno afectado. Sin embargos, lejos de atajar el problema tomando medidas inmediatas, la plaga se ha extendido y han sufrido picaduras más internos hasta el punto que ha habido incluso que aislar y cerrar 10 celdas.
A día de hoy se sigue a la espera de que la Dirección informe a los delegados de prevención y al resto de personas trabajadoras, así como de que se tome alguna medida para acabar con el problema.
