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CIFRAS, DATOS, SANCIONES Y ….ELECCIONES (LOS PERROS NO VOTAN) ARTÍCULO DE PERRETES DE ALBACETE

El domingo 12 de abril nos reunimos en una alegre y vistosa concentración de vecinos con perros en reivindicación de nuestros espacios. Desde Perretes de Albacete queremos agradecer el ejemplo y comportamiento por parte de los 600 asistentes. Sí, esta cifra sorprenderá a los que estén leyendo y se sonreirán. Tienen razón, dar cifras es fácil, contrastarlas y demostrarlas no tanto. En estos días pre-electorales nos hemos visto afectados por estos bailes de números. En algún medio se cuantificó la asistencia en sólo 150 personas (ciertamente sin mencionar fuentes). En la salida del paseo canino la policía nos comunicó que éramos alrededor de 250 los allí presentes. Tras las incorporaciones a lo largo del recorrido, acabamos unos cuantos más de 300 y así se nos confirmó telefónicamente por la Policía Local. Pero no crea nadie que vamos a discutir esta cifra, pues no nos importa. La policía cuenta metros ocupados por personas y aproxima; nosotros, como estamos acostumbrados a que los perros no cuenten, no nos disgustamos. Para nosotros los perros  “sí cuentan”,  éramos 300 de dos piernas, cada uno con sus cuatro patas al lado, los asistentes fuimos 600 y que cada uno lo tome como quiera. Es lo que hay, puestos a hacer demagogia.

Las únicas cifras que nos interesan son las de los metros de espacio público y zonas verdes que podemos disfrutar como vecinos y su estado de mantenimiento. Ahí no estamos de acuerdo y queremos aclarar la información que la Concejalía de Medio Ambiente facilitó recientemente. Una cantidad de cifras, que siendo ciertas, una vez acumuladas, sumadas, repartidas y dosificadas hábilmente crean una imagen determinada con fines igualmente determinados. Llámenlo manipulación, demagogia, tergiversación o como quieran.

En primer lugar es sintomático que al día siguiente de la concentración canina, se nos proporcionen en grandes titulares el número de los perros peligrosos sancionados, pero no como sería lógico en ese trimestre solamente, sino con la suma de los años 2013, 2014 y parte del 2015. Cada año hay unas cifras, pero así abultan más y crean un alarmismo y asociación mental en el receptor, inapropiado e irresponsable. Los datos que todos pueden comprobar en las páginas públicas, si confiamos en los censos y registros administrativos, son los siguientes:

Los perros censados en Albacete capital son 25.874 a 31 de diciembre de 2014. Perros nuevos censados en dicho año son 2.423 y otros 73 peligrosos (potencialmente peligrosos, que es distinto). Limitándonos a la población nueva censada y al año 2014 lo cierto es que los perros potencialmente peligrosos son sólo el 2,92% del total de la población canina de nueva incorporación anual.
Sobre este porcentaje podemos discernir que hay aproximadamente unos 760 perros potencialmente peligrosos sobre el total censado. (este cálculo se realiza, puesto que NO HAY CENSO publicado de este tipo). Por tanto las sanciones por este tipo de perro representan el 7% de la población de los potencialmente peligrosos, o lo que es lo mismo el 93% no son sancionados. Si se comparan las denuncias anuales, totales con las relacionadas con perros potencialmente peligrosos, se demuestra que se está haciendo mayor hincapié en seguimiento de este tipo de perros pues han pasado de un 44% (2013) a un 51% (2015) y en este trimestre de 2015 al 70%.

A este número de perros hay que añadir los no censados, sobre los cuales no hay datos.  Sí sabemos que en concreto en el año 2014 fueron recogidos 1.518, cifra que todos los años se repite (número arriba o abajo).

Si hacemos lo mismo con las sanciones por no recoger excrementos la Concejalía señala que han sido en dos años 73 (2013 y 2014, una media de 37 anuales), el total de perros sancionados sobre la población canina total es de 1,40 % o lo que es lo mismo el 98,6% de la población canina no ha sido multada. Este porcentaje coincide con la gente incívica que no recoge y los cívicos que sí. No hace falta tanto porcentaje para darse cuenta de que están culpando a muchos por unos pocos: si hay 25.847 perros en la ciudad y éstos hacen sus necesidades dos veces al día, tendríamos 51.694 regalos cada día. Hay pocos, pero para los incumplidores de esta norma básica y esencial de higiene a los que no representamos, deseamos que se les persiga y apliquen las máximas sanciones. Aplíquense pues a ello las autoridades.

Por otra parte, llegamos nuestro caballo de batalla, la suelta de perros. El número de denuncias – en el primer trimestre de 2015- por perros sueltos es de 40 del total de 99 (información del propio Ayuntamiento); ahora ya hablamos de un 40%. Así están las cosas.

En conclusión, la normativa que pretende acabar con la no recogida de  excrementos lo que hace es penalizar al que tiene el perro suelto, recoja o no recoja, mientras que en el municipio vecino no tiene sanción, regulado perfectamente con horarios y zonas, práctica habitual en países de toda Europa, inocuo en materia de sanidad y de seguridad. No es de recibo. Sobre todo si se añade que esta es cuestión que en el resto de España está pacíficamente admitido y comprobado que puede compaginarse sin merma ni de seguridad ni higiene y que es un complemento en la sociabilildad y salud del perro a la que las leyes nos obligan y que no pueden realizarse en los recintos.

Otra aclaración pertinente a la concejala es que,  las sanciones – en nuestras Ordenanzas actuales en materia de tenencia de perros en las vías públicas-  no son leves jamás. Estas ordenanzas sólo las tipifican en grados de grave y muy grave, por tanto a todo perruno que cometa la imprudencia  de soltar a un perro por la noche para correr y jugar le supone entre 121 a 1500 euros. Si el perro entra en zona infantil, sólo pisarla, sin llegar a hacer nada en ella,  ya nos amenazan con 1.501 euros y hasta 3000. Ésto, teniendo en cuenta que los propios paseantes, padres y niños pisan y llevan en sus zapatos los mismos residuos que las patejas de un can no se entiende muy bien….En cuanto a los excrementos, en estos recintos inadmisible, pero no seamos hipócritas y pasemos por alto que a estos recintos infantiles entran (y sí que excretan), las palomas, roedores o gatos callejeros y más de un humano (pero al último de nuestra especie vomitar y hacer sus necesidades varias en un recinto infantil le salió sólo por 250 euros). Señora concejala, debería conocer más sus normativas y no hacer demagogia, a no ser que tenga motivos electorales.

Compartimos que se debe tomar conciencia, todos, pero especialmente nuestra Administración local, porque no es consciente de que somos muchos y estamos cansados, de que hay normas cuyo cumplimiento, no siendo imposible, es prohibición pura y dura, no una regulación propiamente dicha, máxime sí choca frontalmente con nuestro deber de proporcionar vida saludable a los animales y con la Ley de Protección de Animales Domésticos, siendo además un agravio comparativo con otros vecinos del pueblo cercano.

Otra cifra que nos interesa: dice nuestro Ayuntamiento que anualmente destina 20.200 euros al mantenimiento de los que ahora se llaman “zonas dedicadas a los perros” (por cierto, la ordenanza las define como “zonas para deyecciones” deben ser “zona de esparcimiento”  (que es lo que la Ley de Protección de Animales dice). Tampoco salen las cuentas; en ocho años no se ha hecho una mejora, arreglo, o tratamiento de estos recintos, sólo su barrido superficial durante la semana (de Lunes a Viernes, sin Sábado ni Domingo). Ni el contrato de limpieza y mantenimiento de parques y jardines en vigor, que supone 5.710. 699,85 euros, ni el convenio con Asprona, por 339.000 euros (presupuesto 2015), contienen inventario de estos recintos, sus peculiaridades como zonas de concentración de animales y uso intensivo, tareas a realizar y su frecuencia (menos aún individualiza el coste de su mantenimiento). Es hablar por hablar. La limpieza de estos recintos no es más costosa que la de los recintos infantiles con tratamiento similar como zona de arena, con medidas de seguridad y controladas higiénicamente, menos por supuesto que la de las zonas de recreo nocturno o de fiestas populares. La limpieza y mantenimiento de estos recintos está incluida en ese contrato junto al resto de parques y jardines que todos pagamos impuestos; luego, no viene a cuento señalar que la ampliación de zonas de recreo de perros precisa una partida presupuestaria específica “para su mantenimiento”. Es demagogia pura.

Para colmo los 8000 metros de espacios para perros, más engaño: de esos metros – que lo son para una ciudad que tiene en total aproximadamente 1.319.000 metros cuadrados de zonas verdes. Debe recordarse que son para uso por barrios, por lo que lo importante no es la suma, sino su distribución individual y añadir los metros de un parque periurbano (que por el horario y distancia es impracticable en el día a día) es manipulación. Dejemos  pues en 6.700 los metros (1211 pulgosa) y, si nos atenemos al inventario municipal publicado en su web, son realmente 4.375. Luego repartamos estos metros entre los de zonas verdes y en la total superficie del casco urbano, o bien entre el número de perros censados, da igual, insuficientes y ridículos para que jueguen los perros o ejerciten algo que no sea la cola.

Sobre inversiones y gastos,ni un proyecto de actuación en casi diez años relacionada con espacios caninos. Cada año hay una reserva para algo (pistas de skate, carril bici, pistas deportivas, columpios…). El año pasado hubo solares para cederlos a asociaciones de radiocontrol, de taxistas, organizaciones religiosas, etc, para nuestros perros no. Hay en el parque de la Pulgosa – que tiene 390.000 metros-  un recinto de 1211 sin mobiliario adecuado, sin agua y casi sin sombra). Sin comentarios.
Estas son las cifras y Perretes de  Albacete sigue concienciando, a unos para que recojan y a otros para que regulen de verdad, repartan espacios, faciliten la tolerancia y convivencia cívica que propugnan y no se limiten a prohibir todo y a asociar a perros con suciedad, perros con peligro y perros con dinero. No es cierto y lo saben. Seremos más cada día y vamos a conseguirlo.  Huella a huella, paso a paso. Estas son las cifras, gusten o no.