Jorge Díaz concede una amplia entrevista al diario Marca en la que cuenta como este verano ha echado una mano a su familia en el chiringuito que, junto a su amigo Raúl, abrieron este año en la playa de Montroig, al lado de Cambrils.
Además, indica la periodista Sonia Gaudioso que el ex del Alba «tampoco ha dejado las tijeras, las que domina como el balón». Recuerda que «el uruguayo siempre se ha cortado el pelo él mismo y en el Albacete se convirtió en el peluquero oficial de sus compañeros». Una faceta que, por el momento, no conocen en su nuevo equipo. «Aquí en la concentración todavía no he cortado el pelo a nadie. Yo creo que no lo saben. En el Albacete me la liaban todos los días y me iba a casa a las dos de la tarde. Me he traído las tijeras, pero no voy a decir nada», apunta.
El futbolista teme que en el Real Zaragoza sean tan exigentes como en el Albacete. «He tenido que hacer muchas cosas raras que me han pedido, como por ejemplo, el 48 que le tuve que hacer a Samu en la cabeza», señala.
Además, detalla que el Albacete se fijó en él y ascendió a Segunda división, donde el año pasado firmó una gran primera vuelta. Tanto fue así que el Betis, entre otros clubes, intentaron su fichaje, pero al final no se concretó y se quedó en el conjunto manchego. Así que Martín González no dudó en apostar por él cuando el uruguayo rescindió su contrato con el Albacete.
«Cuando recibí la llamada del Zaragoza no me lo pensé dos veces. A un club tan grande y tan histórico es imposible decirle que no. Es un equipo de Primera. Para mí, estar aquí ya es un sueño por mi corta carrera y espero estar a la altura», apunta.