Preparando a Romero.- Cada vez se pone más de moda que los equipos cuenten con una fisioterapeuta. En este caso, en el calentamiento, estaba ‘reventando’ a Romero, pero fue efectivo el tratamiento, porque después nos paró todo.

El árbitro se puso puntilloso.– El árbitro se puso muy puntilloso con el vestuario y no nos dejó jugar de blanco, por eso hubo que salir con las camisetas negras, que no estaban preparadas con la publicidad de Bodega Iniesta. Como dato, señalar que el Almería también va de rojo y blanco y siempre hemos jugado contra ellos de blanco, sin problemas.

El duro trabajo de los fotógrafos.- Hasta encima de un contenedor –al menos era para reciclar papel- tenemos que instalar los fotógrafos nuestro material para poder enviar nada más terminar los partidos, en este periplo por los campos de Segunda B.

Pueden escribir bastante.- En la camiseta de este aficionado del Algeciras están los nombres de los socios del club, pero que con las dimensiones seguro que pudieron escribir prácticamente todos.

Casi le parten la nariz.- Rojas se quejó tras este choque con un rival porque temía que le hubieran partido la nariz, pero Bleda le tranquilizó; no había rotura, aunque sí un molesto y doloroso golpe.

Samu se curó las heridas.- En el descanso vimos a Samu colocándose alguna venda en el pie para curarse las heridas que tenía. Debió hacerlo bien porque después pudo jugar sin ningún tipo de problema.

Otra vez los molestos mosquitos.- Después de la experiencia de San Fernando, el Alba llegó a Algeciras cargado de repelente, como también lo hicimos en MasqueAlba, porque ‘peazo’ de mosquitos los que hay por allí. Ni aún así jugadores como Noguerol se libraron de alguna molesta picadura.

Tras el partido, de nuevo amigos.- Rojas y Alejandro, jugador del Algeciras, son íntimos amigos y así lo demostraron ambos tras el partido, sin ningún tipo de rencillas por el resultado o el transcurso del encuentro.

Una grabación que intimida.- Cierto es que todos tenemos que hacer nuestro trabajo, pero que estés hablando como Luis César y te ‘apunten’ tan de cerca con un ipad desde luego te tiene que intimidar.