Cada uno elige su preferida.- Los jugadores tuvieron que tomar una pizza en el autobús de camino a casa, como comida, pero eso sí cada uno puede escoger su especialidad y bien que lo indican desde Telepizza en cada caja. 

Esperando a Luis César.- El entrenador del filial del Sevilla, Ramón Tejada, fue al banquillo del Alba para saludar a Luis César y como le dijeron que todavía no estaba pues lo esperó en el túnel de vestuarios hasta que salió.

¡Qué tiro yo!.- Como el año pasado con Curto, Calle sigue ‘peleando’ por tirar los penaltis y esta vez le tocó hacerlo con Rubén Cruz, que ganó en la ‘disputa’ y anotó el único tanto del partido.

Mucho campo de primera pero sin marcador.- El Sánchez Pizjuán se abrió para acoger el partido frente al Albacete Balompié, pero las gradas casi vacías y hasta el marcador apagado nos recordaba que no estamos en Primera.

Muy pendiente del móvil.- El presidente electo del Alba, Joaquín Echevarría, no dejó el teléfono en prácticamente ningún momento del partido. No sabemos si hablaba con Secades o quizás con Pastelero, que se suponía que iría al partido pero no le vimos.

La ironía andaluza.- Recorremos campos andaluces y ello nos hace escuchar todo tipo de críticas, pero a los jugadores a veces hasta les hace gracia, con ese humor andaluz con el que se lo dicen. Parece el caso de Jorge Díaz cuando se retiraba.

¡Una manta con este calor!.- Indiano tuvo que ser atendido unos minutos fuera del terreno de juego por molestias y el voluntario de Cruz Roja tiró de protocolo y lo tapó con una manta. Lo hizo con buena intención pero es que hacía un calor…

¡Qué están perdiendo tiempo!.- Se retiró Noguerol del campo y le llevó el brazalete de capitán a Calle al otro lado; se fue poco después Calle y buscó a Núñez, que tampoco estaba cerca, para dárselo. Estos gestos cabrearon al público local.

Las absurdas normas de Primera.- El responsable de seguridad del campo debió pensar que estábamos en Primera y no nos dejó entrar a la sala de prensa alegando que no estábamos eligiendo la puerta adecuada. Eso, después de que él mismo nos dijera que fuéramos a otro sitio y después no nos volviera a dejar pasar. Ah, también dijo primero que no sabía donde estaba la sala de prensa. En fin…