El Grupo Municipal Socialista ha denunciado que numerosos usuarios del Complejo Deportivo Juan de Toledo se han quedado sin poder iniciar sus cursos de natación y actividades acuáticas “por la falta de compromiso y la dejadez del Equipo de Gobierno de Manuel Serrano, que además puso en riesgo a trabajadores del Instituto Municipal de Deportes (IMD) y a los propios usuarios”.
Así lo ha manifestado el concejal socialista Jacinto Navarro, quien ha recordado que en enero de 2024, el Partido Popular anunció “a bombo y platillo un ambicioso y urgente plan de inversiones” en las instalaciones deportivas de la ciudad, dotado con 3,5 millones de euros, y que abarcaba diversas actuaciones en la ciudad y sus pedanías “para mejorar la calidad de los servicios ofrecidos a los usuarios y garantizar la seguridad y funcionalidad de las instalaciones, siendo, inicialmente, el principal beneficiado el complejo deportivo Juan de Toledo”.
Se ha referido a que cuando se anunció, hace un año, la adjudicación del proyecto básico, de ejecución y la dirección de obra para las mejoras del complejo deportivo Juan de Toledo -con un coste cercano a 600.000 euros-, el concejal de Deportes, Francisco Villaescusa, «reconoció las numerosas deficiencias que presentaba la instalación, desde la oxidación y desprendimiento de las chapas metálicas de la cubierta de la zona de piscinas hasta canales y bajantes de aguas pluviales en mal estado, pasando por la corrosión en la estructura metálica de la cubierta, puertas y ventanas oxidadas o descuadradas, y deterioro de barandillas y otros elementos metálicos».
«Pues con todas esas deficiencias, las instalaciones permanecieron abiertas», lamenta. Ya, el 4 de marzo de 2025 se personaron en la instalación técnicos de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social y de Prevención de Riesgos Laborales de la Junta de Comunidades, y el 12 de marzo, personal del IMD aportó una serie de documentación en la Inspección de Trabajo pero, a todas luces, insuficiente.
Por este motivo, pasados cinco meses, el 5 de agosto, la Inspección emitió un requerimiento señalando graves carencias: desde la falta de una evaluación de riesgos actualizada, al deficiente almacenamiento de productos químicos en la sala de depuración, problemas de ventilación y climatización, ausencia de formación en prevención para el personal y, de forma especialmente alarmante, la necesidad de evitar que cayeran objetos o fragmentos del techo sobre trabajadores y usuarios.
Llega el cierre de la piscina
Ante la gravedad de estas conclusiones, el alcalde ordenó el cierre inmediato de la piscina, lo que se produjo el 9 de agosto, de improviso. “Lo hicieron en pleno verano, justificando que es una piscina cubierta y que su uso principal es en invierno, cuando precisamente el cierre en verano privó a los usuarios de una alternativa de ocio y entrenamiento, suspendiendo los cursos de aquagym y no garantizando que en septiembre la instalación pudiera abrir con seguridad”, ha criticado Navarro.
Ante esta situación, el Grupo Municipal Socialista solicitó la convocatoria extraordinaria y urgente del Comité de Seguridad y Salud del Instituto Municipal de Deportes de Albacete (IMDA) para abordar la situación del complejo deportivo Juan de Toledo, “pero las explicaciones no nos convencieron”.
Fue el 18 de septiembre comenzó la colocación de una red para evitar que los fragmentos del techo siguieran cayendo al agua, una medida que para los socialistas “demuestra que el problema era conocido desde hace meses y que se ha actuado tarde y mal”. Los inscritos en las actividades recibieron un SMS comunicando que el 24 de septiembre no comenzarían los cursos y que los días no disfrutados se devolverían en su monedero IMD, sin ofrecer una fecha alternativa de inicio.
“Muchas familias afectadas han expresado su indignación por haber pagado por adelantado cursos que sabían que no se podrían impartir, lo que es una tomadura de pelo”, ha argumentado Jacinto Navarro, acusando al alcalde de “vender humo” y de “jugar con la seguridad de trabajadores y usuarios”. “El Gobierno de Serrano anunció inversiones que no se están ejecutando, mantiene las instalaciones abiertas a pesar del riesgo de caída de objetos y solo reacciona cuando la Inspección de Trabajo le obliga a cerrar. Esto no es gestión, es desatención irresponsable”, ha sentenciado.