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Déjalos que camelen (Opinión)

Texto: Julio Martínez

Por Julio Martínez

Cuando el Alba ascienda este año y tu hijo cumpla 18 tendrás que decirle si se gasta 400 euros en leer a Antonio Magán y sus cuentos de mierda o en ir a ver el furbito. No tengo claro si en la paguita esa para los que trajeron un ascenso debajo del brazo en 2003 está incluido el fútbol. Si es así, el que abre sucursales en la Ciudad Deportiva debe estar dando palmas con las orejas. Y el medio alcalde tiene ya varias bulerías preparadas para tocar con la guitarra cuando inaugure parques. Ese es el ambiente naif del Albacete posterior a la pandemia. Abrir parques que se inundan cuando chispea y hacer cursillos para criar perretes.

Desde luego que el Alba lo vio venir antes que nadie. Jamás olvidaré los abrigos para perros puestos en el mercado en mayo, con 35 grados en la calle Ancha. Me imagino al tocayo bilbaíno de los minis madrileños enseñando a dar la patita a un perrita que se llame Alba. La auténtica dificultad en esta época es buscar aliciente para desperdiciar el sábado con un Alba – Betis B. En serio, se acaban las restricciones. Nos dejan salir. Pero no, vete al Belmonte o deja lo que estás haciendo y abre el canal de pago para ver al Alba naufragar contra el verdiblanco de Hacendado. El Alba ya solo interesa los domingos. O no, el Alba interesa cuando te lo diga el del bono cultural. Ojalá el fútbol entre en la paguita buscavidas de los charlatanes con barba perfilada.{loadmoduleid 6428}

El Belmonte ya está al 100% de aforo y los acólitos sueñan con volver a pisar el césped para celebrar. Albacete sueña con un nuevo ascenso, pero jamás debería celebrarlo como si lo fuera. Tampoco debería angustiarse por un empate en casa. Sea contra quien sea. Un partido del Albacete en sábado noche es un espectáculo que promete poco salvo dolor de cabeza el domingo. Ser un coco de la categoría merecería ser sempiterno en los domingos a mediodía. Lo contrario es desviar al personal a bares de mala muerte y a conocer canteranos que como mucho llegarán a repostar a cazadores en la Nava de Abajo.

A la gente hay que dejarla que haga lo que le dé la gana. Sobre todo a los chavales. En 2003 igual estabas en el Ayuntamiento escuchando a Padilla celebrar el ascenso. Pero habría muchas manchegas que estaban en el paritorio dando a luz criaturas que ahora van a tener 400 mochos para elegir entre teatro o cine. A los toros no pueden ir, menos mal. Imagínate a un suscriptor de Ibai jaleando a Morante. Sería el momento propicio para poner a Gálvez de delantero y que las entrevistas de capitán entregado las volviese a dar Noguerol. {loadmoduleid 6430}

El Alba, mal que le pese a algunos, sigue siendo la misma banda del curso pasado. Misma estrategia, distintos bandidos. Es imposible recuperar la gloria que dejaron en La Mancha los Ramis y compañía. A muchos les duele la nostalgia, porque prefieren ser cabeza de ratón que cola de león. El Alba ahora pelea por la grandeza entre la purria semiprofesional. Creo que era mejor batallar por no caer al abismo del mundo que no suena ni en la radio. No obstante, llegará mayo y los habrá que se mojen en la fuente. Si les vale, guay.

Todavía quedan trincheras por las que mojarse las botas. El Alba va a volver y allí estarán muchos que vieron a Julián Rubio llenarse de barro. Ahora lo untan con queso en el palco. A algunos se les ha olvidado el feo permanentemente a la casa. Ahora la casa son ellos. Hay gente que les dará una bola que no merecen. Lo que seguro que no darán será 400 euros. Mientras, a los cachorros del ascenso de Padilla y Ferrando, déjalos que camelen. Y que siembren. Por si acaso.