La semana como no podía ser de otra manera, ha venido completita de noticias relacionadas con los tribunales de Justicia, denuncias de corrupción, de trinques, de enjuagues y de todo aquello que permite llevárselo calentito y estar paseándose por las Ramblas catalanas, por la gran Vía madrileña, o por algún paraíso fiscal acompañado de la pechugona de turno.
De el caso de las tarjetas B, su utilización y empleo se ha dicho mucho lo suficiente como para que nos enteremos que los dirigentes de esta entidad financiera Caja-Madrid eran unos ladrones de guante negro que a pesar de los sueldos que ellos mismo se ponían, tenían capacidad para obtener unos ingresos que les permitían comer manjares, todo tipo de mariscos, que según ellos solo estaba al alcance de los ricos( sindicalistas), y los que satisfechos de esto, buscaban en el juego o en las putas, la satisfacción de creerse intocables.
!!Como ha cambiado el cuento!! Antes se robaba en cuadrilla, con trabuco y a pecho descubierto, ahora, en familia y a través de empresas y sociedades multinacionales que hacen casi imposible la identificación del dinero robado, parece ser que antes se robaba a los ricos para dárselo a los más necesitados, ahora se apropian el dinero de los ciudadanos ahorradores para incrementar sus cuentas en el extranjero, cuando a los bandoleros los pillaba la Guardia Civil, les daban matarile en la mayoría de los casos, ahora, cuando se descubre y se comprueba que han robado, se envuelven en la bandera de un nacionalismo macarrónico, o en la desfachatez de alegar ignorancia, y desconocimiento de las apropiaciones que venían haciendo, y siempre, acompañados de un selecto cupo de abogados y escoltas privados, que les garantizaba que no se les acercara nadie, aquellos, los del trabuco, tenían unos orígenes y procedencias del más bajo nivel, gentes sin estudios, ni formación, eran personajes extraídos de la España rural, analfabetos en su mayoría, y a duras penas se expresaban en la lengua nacional, estos, los modernos de ahora, en su casi totalidad universitarios, procedentes de los colegios y universidades más selectos y elitistas de Europa o América, con varios idiomas en su haber, y con todas la visas del mundo.
Pero en este mundo de jetas encorbatados y trajeados, ha aparecido el pícaro más simpático y atrevido que se conociera en estos tiempos, y que se ha ganado la atención y admiración de todos, me estoy refiriendo al conocido como el Pequeño Nicolás, este para embaucar a sus clientes ni va con el trabuco, ni con traje Gucci, ni corbata, en mangas de camisa, con dos ….
No engaña a nadie, solo a los poderosos en apuros ofrece sus servicios, no utiliza eso de las tarjetas opacas, ni se lleva las perras de los que tienen sus ahorros en las cajas, el joven Nicolás estimula en los poderosos sus más abyectos deseos de figurar, de estar en la crema del poderío.
Lo mismo aparece en el besamanos del nuevo rey, que con Aznar o Aguirre en un acto del PP. con el nuevo comisario europeo Sr. Arias Cañete que en un concierto de Alaska en Vista Alegre, se ofrece generoso a solucionar problemas, viaja en coches de última gama con toda la parafernalia de escoltas y ayudantes públicos, no ha engañado, ni ha hecho daño a nadie, la policía se equivocó con él, debieron dejarlo suelto hasta ver donde le llevaba su descaro y protagonismo. Con apenas veinte años cuanto sabe, y que tontos y jilipoyas por mucho que hayan estudiado, son los Rato, Blesa, Hernández Moltó, y Pujoles, que se han dedicado a saquear las arcas públicas y siguen sueltos.
Qué bien nos caes pequeño Nicolás, vente alguna vez por Albacete que aquí te encontraras a más de un tonto que por figurar y estar en la cresta de la ola, te presentara a su mujer.