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DENUNCIAN EL TRATO A UN AFICIONADO EN LA FERIA TAURINA DE ALBACETE

Por su interés, reproducimos el comunicado de la Asociación de Aficionados al Toro de Albacete:

Mediante este comunicado de prensa, la Asociación de Aficionados al Toro de Albacete quiere explicar y denunciar los hechos acaecidos el pasado sábado día 17 durante la celebración de la última corrida de toros de la Feria de Albacete.

 

Durante la lidia del primer toro de la tarde, que correspondía a Julián López “El Juli”, un joven aficionado, miembro de esta asociación, comenzó a protestar desde su localidad haciendo uso de su libertad de expresión. Rápidamente, y como suele ser costumbre, numerosas personas de su alrededor se molestaron e intentaron acallarle. Este aficionado continuó ejerciendo su derecho a la protesta hasta que un guardia de la seguridad privada de la plaza, se dirigió a él para exigirle que guardara silencio o le acompañara fuera del tendido. Ante su negativa, y mientras este individuo lo coaccionaba de forma agresiva, el revuelo empezó a extenderse en el resto de la plaza. Debido a lo caldeado que estaba el ambiente, al parecer, hasta otro guardia de seguridad, un acomodador y dos policías nacionales se acercaron hasta donde se estaba produciendo el conflicto. Fue entonces cuando, como reconocen numerosos testigos y muestran diferentes imágenes que han sido publicadas en las redes sociales, el joven aficionado comenzó a ser zarandeado y finalmente empujado de manera violenta varias filas más abajo, cayendo sobre varios espectadores. A continuación, y entre los gritos e insultos de parte del público, el joven fue expulsado del tendido. Pero no fue el único. Otro aficionado y socio de la AATA, junto a su acompañante, también fue sacado contra su voluntad, simplemente por intentar mediar en la situación. Estas dos personas, que nada tuvieron que ver con la protesta, sufrieron distintas lesiones (las cuales quedaron reflejadas en un parte médico que está a disposición de cualquiera que lo solicite) y acabaron en la enfermería de la plaza aquejados de un ataque de ansiedad.

 

Así pues, la Asociación de Aficionados al Toro de Albacete quiere denunciar ante los medios de comunicación e instituciones implicadas, el atropello sufrido por estos aficionados y la brutalidad injustificada con la que actuó la seguridad privada contratada por la empresa concesionaria del coso. Es vergonzoso y lamentable que se trate así a aquellos que pagan y mantienen el espectáculo. Y, si bien es verdad que esta asociación reconoce que las formas de protesta de este socio no fueron las más adecuadas, nada justifica la violencia que tuvo que soportar. Por otra parte, y según el Reglamento Taurino, los miembros de la seguridad privada de una plaza de toros no pueden, en ningún caso, expulsar a nadie de su localidad. Esta competencia recae, si así lo ordena la autoridad, en los agentes de la Policía Nacional.

 

De esta forma, exigimos una explicación y disculpa inmediata por parte de la empresa de la plaza de toros de Albacete por contratar, no a guardias de seguridad, sino a matones con uniforme. Creemos, además, que el Ayuntamiento de Albacete debería tomar cartas en el asunto pues hay que recordar que el coso taurino de nuestra ciudad es un recinto público.

 

Pero, sin duda, este lamentable suceso se produjo como consecuencia del malestar reinante en parte del sector taurino por las reiteradas protestas de algunos de nuestros socios en el resto de festejos del abono. Una prueba de esto son las líneas que el señor Francisco López “Pacote” escribió en el programa de mano que se repartió gratuitamente a la entrada de la plaza:

 

“Venimos observando a lo largo del abono, que pululan en la plaza unos antitaurinos, repartidos estratégicamente en los tendidos, que vienen cada tarde a reventar las faenas de los toreros. Algunos llegan incluso al coso con panfletos ya preparados en forma de mini pancartas y molestan con sus voces malsonantes cuando el diestro mas concentrado está en su faena. El resto del público que en mayoría llenan los tendidos debería acallarlos con una lluvia de aplausos, que avergonzara tales numeritos”.

 

¿Antitaurinos? Así nos llaman a aquellos que protestamos con el objetivo de denunciar la alarmante pérdida de categoría que, día tras día, viene sufriendo nuestra plaza. Creemos que parte de estas acusaciones pudieron influir en el ambiente hostil que nos encontramos la tarde en cuestión.

 

Pero es que, además, el suceso del día 17 tuvo un claro precedente: el día anterior, otros dos aficionados y miembros de esta asociación, mostraron pacíficamente unas pancartas como protesta contra el palco presidencial. Minutos después, otro guardia jurado se dirigió a la boca de su tendido para buscarlos y acallar las protestas. ¿Quiénes son los responsables de esta persecución?, ¿nadie va a tomar cartas en el asunto?, ¿quién defiende los derechos del aficionado?

 

Antes de terminar, queremos dejar muy claro que siempre hemos defendido, y lo seguiremos haciendo, el derecho del aficionado a la protesta, siempre y cuando esta se haga desde el respeto y la educación.