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Detienen a Lupin, el mayor ciberestafador de España, al que ayudaba un informático de Albacete

Jordi Arias Fernández, de 25 años y más conocido como Lupin, el mayor ciberestafador de España, fue arrestado en una discoteca en Madrid. Tiene ocho órdenes de búsqueda en seis provincias -una de ellas en la provincia de Albacete- y una de ingreso en prisión. Fue reconocido por un joven cliente que lo había visto en un programa de televisión.

La detención ha tenido lugar en la madrugada de este sábado, 8 de enero, como ha adelantado ABC.

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 Detallan que, tras el cacheo superficial se le localizaron casi 12.000 euros en efectivo. La Policía Nacional le ha detenido hoy pero no es su primer arresto, ya que hace dos años lo detuvo la Guardia Civil, entonces también junto a un informático de Albacete que le ayudaba en su red.

Arias fue arrestado en julio de 2019 en el marco de la operación Lupin, a cargo de la Guardia Civil. Se saldó con 45 arrestos de una red, presuntamente liderada por él, que estafó a más de 2.400 personas que compraban en portales online. Estafaba con la venta de productos a través de internet.

GRUPO CRIMINAL ORGANIZADO

Lupin se nutría de un grupo perfectamente organizado por él, con diferentes cometidos y a los cuales retribuía con un salario, como si de una empresa se tratara. Un informático, por ejemplo, se encargaba de elaborar la réplica de las páginas web fraudulentas y subirlas a internet, motivo por el que fue en la provincia de Albacete, como informó en su momento la Guardia Civil.

Otra de las personas detenidas en la localidad de Las Rozas de Madrid se encargaba de la estructura de captación de «mulas», es decir, las personas que se ofrecían a abrir cuentas bancarias a su nombre para que fueran utilizadas por Lupin, para sus estafas, y que constituían el escalón más básico de la organización. Todas estas mulas han ido siendo detenidas en el transcurso de la investigación por distintas Unidades territoriales, ya que eran los titulares de las cuentas donde se hacían las transferencias de las estafas.

Sobre estas personas el cabecilla, mantenía un férreo control, y cuando alguno intentaba engañarle quedándose con más dinero del estipulado, él tomaba medidas como publicar su número de teléfono como si fuera el estafador en foros de afectados, remitiendo correos electrónicos a las víctimas suplantando a la propia UCO de Guardia Civil y a la Audiencia Nacional con una supuesta investigación, o incluso llegando a pagar a terceros para que le pegaran una paliza a uno de estos colaboradores.

Por todo ello fue detenido en 2019 y ahora, cuando tenía varias requisitorias judiciales, ha vuelto a ser arrestado.