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Disfraz de Segunda B (Opinión)

Texto: Julio Martínez

Si la política de comunicación del Albacete estuviese a la altura de la temporada, la entrada frente al líder hubiese sido aceptable. Penosa imagen para el partido más relevante en casa de los últimos tres años. No vender el partido en la ciudad y hacerlo en un hashtag absurdo y copiado de UPyD es la diferencia entre realidad y metaverso. A estas alturas no sorprende. Hay quien pide que arreglen el marcador, otros piden seguridad para que los que animan no se vayan a casa sin rodilla y los hay que reclaman que los que no intervienen en la parcela deportiva estén a la altura del club del que solo conocen la contraseña de acceso a sus redes sociales. Por lo visto en el campo, Albacete y Villareal tienen que estar el año que viene en Segunda. Uno, por mala gestión, y otro, por filial, juegan disfrazados de semiprofesionales, pero andan varios pasos por encima del resto.

La pelea al final, la tangana, el enganchón. Eso también es fútbol cuando llevas 90 minutos luchando con el balón y no contra el balón. Solo sube uno directo y eso se nota en el campo cuando juegan los dos principales opositores. Quizá el Alba hoy también se haya disfrazado de Villareal, porque ha hecho su mejor partido de la temporada y esta vez no ha tenido que recurrir a la velocidad sino al control. A nivel defensivo ha crecido gracias a Alberto Jiménez y el ejercicio de posesión ha sido brillante. No por lo numérico sino por el hecho de que cada vez que ha combinado ha llegado arriba con peligro y sin prisa. Y lo más importante, ha conectado con la grada. La plantilla acabará enganchando a los ocasionales, pero los habituales se han puesto de pie y han llegado al final con esa tensión que solo se experimenta cuando te juegas la púrpura. En el momento clave, el Alba ha respondido.{loadmoduleid 6430}

Alberto Jiménez es ya el mejor del equipo. Por su trabajo, por la seguridad que da y porque tiene ubicado en el campo hasta a Mr. Wonderfull. Riki, porque siempre busca el highlight y porque atrae rivales. Kike, porque siempre consigue el highlight y porque tiene madera de líder. Y no le chilla a los árbitros, les da una colleja y se los tiene ganados. Con tres muletazos, tres, ya es el gol de la santísima trinidad que se ha inventado Alfonso Serrano. Él merece otro capítulo aparte y, cuando se celebre el ascenso, será del que menos se hable, pero es la pieza que marca la diferencia entre la endogamia y la profesionalidad. Y están los Bernabé y Djetei, mayestáticos. Fuster, que cuando tiene el día parece que juega con niños. Sergi García, intermitente, pero un 11/10 cuando le salen las cosas. Rubén Martínez, mezcla de brega y capacidad física. La mejor plantilla de la categoría.{loadmoduleid 6455}

Con el 3-0 de la ida, recién acabada la Feria, entraron dudas. Algunos pedían la cabeza del entrenador. Aquel día, siete jugadores que hoy no están o cuentan casi nada, más Fran Álvarez, fueron titulares. Eso demuestra que Rubén de la Barrera ha trabajado y se ha trabajado el equipo. Era evidente que había mimbres, pero sin ser capaz de ponerlos en común iba a ser difícil estar donde está a día de hoy. Ha metido muchos cambios. Algunos, demandados.  Otros, revolucionarios. El tiempo le suele dar la razón y ahora vienen otras dos semanas que marcarán la diferencia entre depender de sí mismo o llegar al final en la pelea. Dos salidas y luego domingo a las 12 con el Baleares. Ahí tendremos la respuesta. Esperemos que haya alguien capaz de hacérselo saber a la ciudad.