Era miércoles, 22 de junio, y el PSOE de Albacete cerraba campaña electoral para el 26-J un día antes de lo permitido conscientes de que el 24 de junio en la ciudad era fiesta y aquí iban a quedar pocos. Venía el entonces aclamado líder, Pedro Sánchez, al que ahora solamente han mostrado abiertamente su apoyo de quienes entonces estaban en el escenario el secretario provincial del PSOE, Manuel González Ramos, y el de Organización, Santiago Cabañero.
El mitin se celebraba en la Caseta de los Jardinillos, se había barajado el Pabellón de la Feria pero no ‘daba’ para llenarlo a rebosar como en otras ocasiones ni movilizando autobuses gratis desde los pueblos y aunque viniera el mismísimo José Bono a acompañar a Emiliano García-Page. De hecho, en los corrillos de aquel acto trascendió a los medios que había militantes tanto de Albacete como de Cuenca. Que en el feudo clásico de Bono no hubiera para llenar solo con gente de la provincia ya preocupaba.
En su mitin, aquel que seguro que en parte quiere borrar García-Page, hizo más de una referencia a la presidenta regional del PP, María Dolores Cospedal.
“¿No queremos que la presidenta del PP en la Comunidad Autónoma sea ministra, si no quisimos que fuese presidenta de Castilla-La Mancha?”, se preguntaba el líder del PSCM-PSOE. “Hay que votar al PSOE para que Cospedal no sea ministra” decía García-Page.
Quién iba a decir entonces –en un acto donde no hubo abrazo entre Pedro Sánchez y Bono, de hecho Bono no subió al escenario- que meses después García-Page lideraría –o eso se han empeñado sus allegado en hacer ver a los medios nacionales- el llamado por la militancia socialista como ‘golpe de Estado’ en el PSOE que dejó fuera a Sánchez y puso en bandeja el Gobierno a Mariano Rajoy para que Cospedal, como ya es, fuera nombrada ministra. Coincidencias de la vida, además, de Defensa, cargo que ocupó José Bono.
LA OCURRENCIA DEL PP QUE RESULTÓ ‘OCURRIR’
La presidenta del Grupo Parlamentario Popular en las Cortes de Castilla-La Mancha, Ana Guarinos, enfadaba al PSOE el 23 de agosto porque se le ‘ocurría’ sugerir que Page tenía la clave para que Rajoy fuera presidente del Gobierno, si decía a sus diputados por esta región que se abstuvieran.
En el PSOE se ofendieron, pero al final acabaron pidiendo la abstención de todos, no solamente de los de esta región.
En Castilla-La Mancha hubo diputados como el expresidente José María Barreda que defendieron abiertamente la abstención para que gobernara Rajoy, mientras otros como González Ramos mostraron su descontento con la decisión pero justificaron que seguirían las normas internas del Comité Federal.
En fin… que queda probado que las hemerotecas, muchas veces son muy malas para algunos.
¿Veremos ruedas de prensa de los socialistas de la línea ‘oficialista’ criticando a Cospedal y sus decisiones?… Puede… el cinismo es igual de malo que las hemerotecas.