0 comment

¿Dónde está Mauro Pérez? (Opinión)

Julio Martínez

 

El Alba es equipo de Segunda B. Ojo, no es que sea de Segunda B porque demos por hecho que ya ha descendido. No, la plantilla del Alba es para sufrir en Segunda B. Lo único que era decente se morderá las uñas en el banquillo pensando que este año podría haber sufrido en Primera. No hay día que no piense en Tomeu y en su fidelidad. Para que luego vengan los disidentes modernos que piensan que Óscar Montiel era un actor porno. Toda este gentecilla, bendecida por las redes sociales y amparada por cuatro o cinco publicaciones que anhelan el RT fácil, ha hecho creer a la gente que era posible, que Ramis era poco más que la sopa de murciélagos propiciatoria y que Lucas Alcaraz mejoró lo presente. Aquí ya apuntamos directamente al culpable allá por el mes de octubre. Al culpable de siempre. Al mismo que jode la marrana siempre que funciona. Esto no lo sabéis los que venís a vendernos la moto, la pancartita y el discurso épico o el gol de mediocampo de Zalazar. Aunque mucho seguís llamándolo Salazar.

Aquí hay gente que de verdad sufre y le jode ver a este Albacete en manos de semejante caterva. Y si pienso en octubre y en esa llamada a la razón, tengo que pensar lo mismo ahora. ¿Dónde está Mauro Pérez? ¿Dónde está el personaje que le dio a Ramis una mierda con lazo? ¿Qué va a ser de este Alba el año que viene? Está claro, como apuntamos, que el Alba siempre forma parte de la historia. Y el primer año que la Segunda B tendrá 5 grupos contará con el Albacete. Mira que apunté hace ya que el Alba estaba condenado. Mira que intenté convencerme y convencer a los novicios de que Lucas podría tener algo de razón. Y, sin embargo, me equivoqué. Si Mauro es el culpable, Lucas es un cómplice fatal para llevar a cabo un delito.

Delito que comete cada día que se pone la chaqueta de entrenador. Un día más, Pedro Sánchez es lateral derecho. Un día más, condena al equipo a jugar sin delanteros. Un día más, lleva a cabo unas rotaciones que han destrozado cualquier aspiración por acabar tranquilos la temporada. Un día más, Lucas Alcaraz emplea esos saques de banda que incitan a cometer delitos de lesa humanidad. Un día más, nos acordamos de Gorosito. En efecto, Lucas nos lo enseñó, y Lucas lo destrozó. No hay que ser un gurú del fútbol para entender que este equipo está casi en Segunda B por culpa del Lotina de los mediocres. Lucas Alcaraz cogió a un equipo en mala racha, pero que había incluso optado al ascenso directo. Pero bueno, tampoco hay que hacer (más) sangre. Porque, puestos, podríamos preguntar por Álvaro Jiménez. Llegó al confinamiento siendo el mejor y ha vuelto igual, pero hay uno que no quiere verlo porque está dispuesto a llevarse bien con todo el mundo.

Como dijo Rafael Candel, en el puesto va que un tío se gire al palco y te llame «hijo de puta». No te puedes casar con todos, y si lo haces es que te da igual el escudo, solo te importan los jugadores. Dentro de dos años, como muchísimo, los únicos que seguirán en el Alba serán el utillero, los fisios, el delegado y la gente de la Ciudad Deportiva. Y Andrés aplacando un césped que, seguro, no le ha dado tantos disgustos este año como el equipo. A mi me jode ver a esta birria de equipo por esa gente. Por unas personas que se desviven las 24 horas por el Albacete. Por esa gente que todos los que quieren dar lecciones y explicar lo que es el Alba ni saben quién es ni su ego les deja conocerlos. Por esa gente es por la que llora el Alba. Y su puesto de trabajo peligra por culpa de esta nefasta gestión. Ese es mi contrato social con el Alba. Nico, Miguel, Andrés y compañía.

Sí, amigos. El Alba es equipo de Segunda B. Y ahora si quieren que se salven. Ojalá. Pero es un equipo de Segunda B, como hemos dicho. Y esto es culpa de la directiva. Pérez, Varela y Buergo. El orden de los factores no altera el producto. No se salvan ya ni los que ponen los tuits. La prostitución de este escudo nos ha llevado a creer que en Elche se podía hacer algo. Nos han querido decir que sacando la bufanda al balcón o poniéndonos la camiseta en la oficina nos íbamos a salvar. He estado a punto de salir a las 20.00 horas a aplaudirle a Mauro Pérez a la terraza, pero a aplaudirle por tangos, como hacen en el tendido 7 de Madrid. Para pedir que se vayan y que no vuelvan. Han destrozado a un equipo que estuvo cerca de la gloria hace cosa de un año. ¿Dónde está Mauro Pérez? Me da igual. Espero no volver a hacerme esta pregunta ni volver a saber de él. Hay que ponerse las pilas para formar un equipo que pueda volver de la mejor manera. Sí, si buscan optimismo, váyanse a la web del Pacma. Aquí somos realistas. El Alba ha hecho temporada de bajar y, en consecuencia, va a bajar. Cada uno que señale a quien quiera y, como diría aquel, que cada palo aguante su vela.