Joaquín Echevarría ha convocado hoy a los medios de comunicación en un acto en el que ha dado lectura a un comunicado en el que se ha defendido de las acusaciones de estafa asegurando que “no soy ningún estafador”. Ha insistido en que “soy empresario y desde esta óptica consideré mi acercamiento al Albacete, porque tenía y tiene una proyección social importante”.
Ha indicado que invertir en el Alba no le generará “beneficios directos” pero sí “indirectos” y que por ello quiere estar al frente del club.
Ha subrayado que también quiere adquirir el Hotel Universidad, para lo que ya ha firmado un contrato de compra-venta.
“He venido a hacer negocio y ayudar al Alba, no a llevarme nada de nadie”, indicaba y ha asegurado que “no he mentido a nadie” y que una vez que tenga el dinero en su cuenta quiere intentar hacerse con la presidencia del Alba, ya que sino no hará ningún ingreso “porque solo sería el último acreedor”.
Al terminar el acto, los medios han mostrado su enfado a Echevarría por hacer como hizo el anterior consejo cuando presentó su dimisión. Es decir, convocar una rueda de prensa para leer un comunicado y no dar opción a preguntas. Algo que nunca podremos entender los profesionales de la información. Cierto es que ha pedido disculpas asegurando que no lo ha indicado por desconocimiento.