Esta imagen captada durante la ofrenda de flores a la Virgen de los Llanos, patrona de la ciudad, por parte del cuerpo técnico y los jugadores del Albacete Balompié, refleja muy bien lo que va a ser este decisivo año en la historia del club de la ciudad.
Sin duda, va a tener que ser un año de fe, de confianza en el futuro del club en lo extradeportivo y también de fe en los resultados para seguir en la buena senda del inicio y conseguir, a la tercera, el deseado ascenso a Segunda B que nos saque de la categoría del infierno y sirva para dar algún respiro a las maltrechas cuentas de un club que merece estar en categoría superior.
Menos mal que para este difícil año el Albacete Balompié vuelve a contar con la confianza al menos de los cerca de 5.000 aficionados que ya tienen su abono del club y que han demostrado estar con el equipo a las buenas y a las malas, que es cuando más se les necesita.
Confiemos en que todo se vaya solucionando y que el Alba siga haciendo historia y aportando buenas tardes de fútbol y celebraciones a la ciudad.
