Decían en el Alba antes de viajar a las islas que el Tenerife iba a ser un rival más complicado que el Córdoba y vaya si lo fue. El Albacete Balompié repetía once por primera vez en este año durante dos jornadas seguidas pero no se pareció en casi nada al que una semana antes hacía en tierras andaluzas su mejor partido prácticamente de esta temporada.
El Tenerife fue el equipo que más buscó el gol y que más dominio tuvo del partido y logró su premio -cierto es que justo- en el minuto 67, con el gol de Nano en una jugada individual cuando Juan Carlos había salido del área pequeña, por lo que no le costó demasiado mandar el esférico al fondo de la red.
Nano había sido precisamente uno de los jugadores que más peligro había creado desde el inicio del partido y obligó a Juan Carlos a sacar alguna mano peligrosa.
El Albacete Balompié no creó claras ocasiones de gol prácticamente en todo el partido y fue al ritmo que marcó el Tenerife. Una falta sacada por Fede Vico en la primera mitad, que fue a las manos de Dani, era de las pocas ocasiones claras de gol en los primeros 45 minutos del partido en Tenerife.
En la recta final de esa primera parte, Pulido se chocó con el meta local y tuvo que retirarse para ser atendido, ya no volvería de vestuarios y entró en su lugar Gonzalo. Además, el meta del Tenerife pidió el cambio cuando llevaba un tiempo de la segunda mitad sobre el terreno de juego.
El partido avanzaba y el Alba no disfrutaba de ocasiones claras. César Ferrando introdujo como cambios a César Díaz, por Samu, y a Víctor Curto, que entró por Mario Ortiz, aunque con los cambios tampoco hubo un impulso muy distinto. Curto estuvo cerca de sorprender al meta Roberto en su primer disparo desde casi el centro del campo pero se fue demasiado alto.
Solo Nano, en el 67, fue capaz de anotar y lo hizo para dar al Tenerife la victoria que nos deja ahora a cinco puntos de la salvación, con la victoria del Almería. Lo bueno, que el Huesca perdió contra el Córdoba y se mantiene con este equipo la distancia.
Toca ya ahora pensar en el Girona, que llega el próximo sábado a un Carlos Belmonte que tiene que ser un fortín para que no se nos escapen los puntos aquí y seguir luchando por el objetivo de la permanencia.
