Sigue la polémica sobre cómo controlar insultos o cánticos racistas en los terrenos de juego, tras los acontecimientos por la pelea entre ultras del Atlético de Madrid y el Deportivo que acabó con un fallecido.
Tras la jornada de este fin de semana, la Liga de Fútbol Profesional (LFP) anunciaba a través de un comunicado que enviará a la Comisión Antiviolencia informes de cinco partidos de Primera para que, si lo considera oportunos, sean remitidos al Comité de Competición.
En este sentido, y puestos en contacto con el vicepresidente del Alba, Santiago Pozas, para saber qué les ha dicho la Liga en este sentido, detallaba que “la Liga ha mandado una comunicación referente a la relación que tiene que mantener el club y especialmente de cara a los insultos”, pero reconocía que la problemática “no en todos los sitios es igual”. Eso sí, avanzaba que con todos “habrá reuniones de seguridad, etcétera, aunque no hay un criterio general”.
“Definir qué se puede decir y qué no en un campo de fútbol es realmente difícil. Se pretende eliminar todo lo que son insultos, que el fútbol sea una fiesta y no un lugar donde la gente vaya a desfogarse”, reconocía Pozas.
Apuntaban desde el Alba que “controlarlo en cuanto a una persona individual es muy difícil, otra cosa es a nivel colectivo. Creo que la Liga trabaja para ver cómo se puede controlar a colectivos que puedan estar actuando contra la integridad moral de los jugadores o los colegiados. Individualmente es imposible de erradicar”.
“En esas reuniones de seguridad se marcarán las pautas de cómo tenemos que ir actuando según las consignas que se vayan dando. Evidentemente, las consignas que pueda dar la Policía estarán por encima de las que podamos tener dar nosotros”.
Sobre si habrá controles de DNI en los accesos ha dicho que “no nos ha llegado nada” aunque ha recordado que “eso se puede hacer” e incluso apuntaba a que se está escuchando que se estudia “cambiar los tornos para que se entre con la huella dactilar, que sí es intransferible”.
Explicaba Pozas que este lunes el Alba no tenía nada previsto respecto al control de cánticos o insultos, ello pese a que se registró un pequeño incidente en la grada cuando un vigilante de seguridad avisó a la Policía por insultos de un aficionado al linier, aunque la Policía solo consideró amenazarlo con echarlo del recinto si proseguía, según lo contamos en MasqueAlba y vemos en la imagen superior.
