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El alemán caníbal que fileteó a un agricultor en Albacete salta a los medios gallegos

La Voz de Galicia recoge hoy en su portada la historia del caníbal alemán que mató en Férez.

Mató causando «un sufrimiento inhumano» a José Juárez Palacios, agricultor albaceteño al que posteriormente descuartizó y fileteó. El alemán Stefan Adler, que en el 2007 tenía 25 años de edad y se le conoce como el Caníbal de Férez, en relación con el municipio donde cometió el crimen, cumple hoy condena en la prisión pontevedresa de A Lama.

El suyo es uno de los casos paradigmáticos, según reconocen las fuentes consultadas por el citado medio, de que las prisiones no son los centros adecuados para tratar a personas afectadas por determinadas patologías. Así, inciden en los problemas que causa en ocasiones al descompensarse la medicación que tiene pautada.

La historia de este alemán se remonta al 15 de febrero del 2006. Aquella mañana, Juárez Palacios se trasladó al denominado Cortijo del Tío Murciano donde se topó con un vagabundo y su perro, que venían de recorrer Francia e Italia.

Se desconoce si víctima y verdugo llegaron a intercambiar alguna palabra. Lo único cierto, tal y como se acreditó en el juicio, es que este último abordó al primero asestándole varias puñaladas.

Arrastró el cadáver hasta una nave -«desde la puerta de la entrada se observa una gran mancha de sangre», deja constancia el secretario del juzgado de instrucción- donde lo descuartizó.

Pero, ¿y la cabeza? ¿Y el brazo izquierdo? Para encontrar una respuesta a ambas preguntas hay que desplazarse a una finca próxima, a la que el joven alemán se trasladó en una furgoneta propiedad de José Juárez. Un trabajador, que se disponía a dar de comer a las cabras lo vio y le requirió que se marchara, a lo que Stefan respondió agrediéndolo con un cuchillo. Herido levemente tras el ataque, huye a la carrera mientras telefonea a un amigo, policía local de profesión, al tiempo que su atacante se sube al Land Rover del propio Avelino y comienza a perseguirlo.

El agente municipal se desplaza en un coche patrulla y emprende una persecución que solo terminó cuando Stefan pierde el control del todoterreno y se empotra contra un almendro. Esposado en el suelo, en las inmediaciones se descubre una Ford Courier abandonada. Unas breves gestiones permitieron identificar a su propietario, José Juárez, y, a la postre, localizar su cadáver.

No pasaría mucho tiempo hasta que los investigadores localizan la mochila que acompañaba a Stefan en su deambular. En su interior, además del diario y otros efectos personales, una fiambrera con tres filetes de carne humana que, presumiblemente, le iban a servir de alimento.

El caso fue noticia durante años en Albacete: