La afición del Albacete Balompié demostraba su señorío en el Nacional de Andorra, al despedir con aplausos al conjunto local, por su merecida victoria que les dejaba líderes. Los jugadores del Andorra, por cierto, también les han devuelto el aplauso.
Un ejemplo de deportividad que nos encanta ver en los estadios, con la afición del Alba siendo el jugador número 12 durante todo el encuentro y mostrando después un comportamiento de diez.
Difícil viaje el que les queda de vuelta, con cientos de kilómetros por delante y la dura derrota que aleja al Alba mucho de la posibilidad del ascenso directo, aunque no está todo escrito todavía y seguro que la afición no le deja solo en las tres citas que restan en esta temporada.
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