El conductor que en enero de 2010 causó un accidente al embestir a dos ciclomotores en las cercanías de Albacete, en el cruce con Santa Ana, en el que mató a una chica de 18 años e hirió a otros tres jóvenes ha confesado que esa noche había bebido, aunque pensaba que «no iba tan mal» como para no poder conducir.
El juicio a F..M., de 43 años, se ha celebrado en el Juzgado de lo Penal 1 bis de Albacete, donde el fiscal ha mantenido la petición de condena de tres años y medio de cárcel por el delito de homicidio imprudente.
La acusación particular, por su parte, pide ocho años y medio de prisión para el procesado, porque le imputa también un delito contra la seguridad vial y un delito por omisión del deber de socorro.
El accidente ocurrió en la carretera N-322 cerca del cruce de la pedanía de Santa Ana, el 31 de enero de 2010, de madrugada, cuando el acusado arrolló los dos ciclomotores, causando la muerte de una chica de 18 años que viajaba de acompañante en una de las motos. espués de colisionar, el coche todavía circuló casi 300 metros, y se detuvo porque un ciclomotor se quedó en los bajos y las chispas incendiaron el motor.
El acusado, que es camionero y dio 0,65 y 0,70 en las dos pruebas de alcohol en aire expirado, ha dicho ante el tribunal que esa noche estuvo cenando, tomó «una copa de vino y dos o tres cubatas», e «iba bebido, pero no tan mal como para no poder conducir».
Asimismo, ha declarado que no vio las motos: «Oí dos golpes y no vi nada, ninguna luz».
Sin embargo, tanto el fiscal como la acusación han hecho ver que había un frenazo de siete metros antes de la colisión, con lo que F.A.B. sí habría visto los ciclomotores, y, pese a ello, solo detuvo el coche 284 metros más allá.
Los supervivientes del accidente, tres jóvenes que acompañaban a la fallecida, han asegurado que el conductor «no llevaba puestas las luces», porque lo hubieran visto, y que cuando se levantaron del asfalto «no estaban las motos ni el coche que nos había atropellado».
En el juicio, han declarado agentes de Tráfico de la Guardia Civil que precisamente pasaban por la carretera en ese momento, y atendieron a los heridos y retuvieron al conductor.
Un agente ha dicho que el procesado «sí llevaba las luces encendidas», pero ha añadido que su «primera impresión» es que «estaba intentando darse a la fuga».
También han declarado agentes de Policía Local que hicieron un informe sobre el siniestro, y han asegurado que los jóvenes en los ciclomotores circulaban «correctamente», aunque los cascos de tres de ellos «salieron despedidos, pero no se puede saber si porque fueran mal abrochados o a causa del impacto».
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