Desokupa es una empresa especializada en el desalojo de pisos okupados a la fuerza y sin contrato de alquiler a través de «métodos legales» y «en menos de 72 horas», que anuncia la apertura de franquicias en Castilla-La Mancha para este año, según recoge El Español.
Indican que cuando una persona descubre que su vivienda, ya sea la habitual o una vacacional, ha sido okupada, no tiene que esperar a que la justicia proceda, sino que puede pedir ayuda a este grupo de boxeadores para que expulsen a estas personas de sus casas. Eso sí, de forma legal.
«Nosotros no desalojamos a nadie, nosotros hacemos un procedimiento de control de acceso perfectamente legislado en las leyes españolas, donde una empresa con la titulación adecuada puede ejercer un control de acceso. Una vez que tienes el control de acceso, el propietario decide quién entra y quién sale. En el momento en que los okupas salen tú ya les informas de que no pueden volver a entrar», explican.
Destacan que el número de clientes «ha aumentado considerablemente» debido a que la okupación de viviendas ha crecido: «Ahora mismo que la okupación sea una alarma es gracias a la interpretación que hacen los políticos de las leyes españolas».
Uno de los puntos más polémicos son los empleados, expertos en boxeo y artes marciales. «Entendemos que para realizar determinadas actividades es preferible tomar una serie de medidas y entendemos que las personas que van a mediar en este tipo de conflictos necesitan de una presencia importante», defienden.
Por ello, Desokupa graba y documenta todas sus actuaciones. «Cada caso lo estudiamos y analizamos y vemos si lo podemos coger o no», argumenta. Además, en función de la complejidad del caso, sus tarifas varían. «Desde 2.500 euros, cada caso es distinto y depende de la gente que haya dentro y del tiempo que lleven dentro», explican.
