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“El cómo es importante” (OPINIÓN)

A las 9.59 horas de la mañana, tomado el café, leído lo fundamental y escuchado lo primordial, no esperaba entrar en Twitter y encontrarme con el enésimo insulto al Albacete del pisamoquetas que llama a directores de medios de comunicación, pero que no controla ni a sus capitanes ni a los suplentes. Dicen desde el Albacete, decían, y, salvo sorpresa, dirán, que el partido en Canarias era para demostrar que “el cómo es importante”. Lo del honor, el orgullo y todas esas milongas, qué te voy a contar.
 
Salvo sorpresa porque es probable que Víctor Varela coja el AVE a Málaga en breve y, con él o sin él, se lleve de aquí a algún asalariado que nunca debió venir, pero que ahí está, que no es poco. Ese ha sido el principal lastre de este Albacete de un muy notable gestor económico como es Skyline: el Twitter y sucedáneos. Tiene más tirón el gallo Federico de mi amigo Antonio Alfaro en redes que Mr. Wonderfull, pero cada uno está a lo que está.
 
El Albacete de estos dos últimos años se ha dedicado a enviar mensajes muy ‘cuquis’ y muy ‘animalistas’. El Albacete de los abrigos de perro en mayo es el Albacete que trae jubilados en invierno y que cambia profesionales por titiriteros en verano. Y cuando despejas la ecuación y la ‘x’ te da descenso, lo mejor que se te ocurre es decir que “el cómo es importante”.
 
El cómo has desmantelado a una afición que volvió a soñar. El cómo te has cargado un proyecto que parecía serio. El cómo has conseguido que una plantilla que andaba a duras penas pasase a ver cómo Jesé recuperaba el gol después de cuatro o cinco ‘realities’ siliconados. El cómo para el Albacete es tan importante que se ha convertido en su quehacer diario. ¿Cómo hacer el ridículo cada día? Pregunten en la Ciudad Deportiva de Fuentealbilla. Allí tienen la solución.
 
El balance del partido en Canarias depende de en qué lugar estés. Si eres de Albacete o del Albacete dirás que es un ridículo más de un equipo que no puede caer más bajo. Si en vez de a servir has venido a servirte, dirás que el Alba “cae por la mínima” en el último desplazamiento de la temporada. Es una verdadera pena ver caer a esta entidad, que a muchos nos ha educado en los valores del deporte y el compañerismo, de una forma tan cutre y cainita. 
 
Este Albacete dejó de representar a Albacete desde el mismo momento en que pasó olímpicamente de tener en cuenta a su ciudad, en general, y a su masa social, en particular. Como les vengo contando, Víctor Varela puede que esté viviendo sus últimas horas en Albacete y haya una reestructuración de la planta noble del club, toda vez que los siniestros Mauro Pérez y Toni Cruz ya viven una hora por debajo del Carlos Belmonte y Alfonso Serrano ha cogido los mandos. 
 
Se abre ahora un periodo de expectación para el aficionado al Alba y de apuesta para aquellos que quieren conquistar al aficionado al Alba. En el fútbol profesional tiene sentido mirar con lupa cada fichaje. Aquí se hizo en agosto, se pronosticó que el Alba acabaría mal y no se erró. En esta nueva etapa, se entiende que vendrá gente desconocida para el gran público y ávida de protagonismo. Esa gente será la que devuelva al Albacete al sitio que le han quitado los de los 20 millones o la que, en el mejor de los casos, lo vuelva a dejar en ese invento de la Primera RFEF. 
 
Por suerte, solo queda un partido. Espero y deseo que Noguerol, que hablaba en rueda de prensa de “ilusión” por conseguir la “machada” de remontarle a Las Palmas, un equipo que se juega todavía menos que el Albacete, tenga a bien poner a Tomeu Nadal de titular para que pueda despedirse de Albacete. Aunque sea sin público, pero no merece un adiós así. Porque hoy al Albacete no le hubiesen metido esos tres goles con Tomeu en la portería. Quizá le hubiesen metido ocho goles, pero no esos tres. Si venden la milonga de que “el cómo es importante”, que lo pongan en valor. El Albacete va a terminar la competición como último clasificado. El Albacete es el peor equipo profesional de España, que no es poco.