Inusual Domingo de Resurrección en confinamiento por el Estado de Alarma y con la vista puesta en los escenarios de ‘batalla’ frente al Covid-19 como el Hospital General Universitario de Albacete. Esta vez da igual que se sea creyente o no, quienes tienen toda la confianza de la población son los profesionales sanitarios, a los que han mandado a una guerra desconocida con escudos de papel y, aunque el material va llegando de forma escalonada, ellos siguen pidiendo como pueden escudos con los que vencer al letal virus que resultó ser mucho más que la gripe que nos ‘vendían’ incluso a pocas horas de que entrar en Estado de Alarma.
Con cada aplauso a las 20 horas, sus gestos denotan cansancio, las miradas dejan claro que lo que están viviendo no es fácil para nadie y menos para ellos, pero se nota que tienen ganas de seguir batallando aunque para ello, y principalmente por sus familias con quienes luego deben convivir, piden más medios de protección.
Sus manos aplauden, se transforman en corazones, en el símbolo de la victoria, muestran el deseo de que trabajan para que todo salga bien o, al menos, lo mejor posible, porque con más de 300 muertos oficiales ya en la provincia por Covid-19 ellos son conscientes de que bien ya no puede salir, pero al menos quieren que la pesadilla acabe cuanto antes, que las familias puedan llorar a sus muertos y que todos podamos volver a la bendita rutina que un virus desconocido nos arrebató hace ya más tiempo del deseado.
Los sanitarios reciben el tributo de otros profesionales como policías, bomberos, voluntarios de Protección Civil o incluso de transportistas en estos días, que como ellos siguen dejándose el alma y la piel para dar lo mejor de sí mismos en una batalla cuyo final se desconoce pero al que, todos a una, miran con voluntad de vencer y cargados de optimismo para seguir peleando.
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