Más de un albaceteño nos lo comentaba en las redes sociales el día de Nochebuena: cuando las televisiones retransmitían el primer discurso del Rey Felipe VI, una bola de fuego atravesó España de punta a punta como si se tratara de una señal llegada del cielo y, sí, se dejó ver en Albacete.
El bólido, como recoge ABC, entró por la frontera entre Murcia y Almería y atravesó la península en diagonal, de sureste a noroeste, para acabar en el Atlántico, en la zona sur de Galicia. Se trata de lo que los científicos llaman un bólido rozador, una roca que entra en la atmósfera terrestre para después volver abandonarla y continuar su camino alrededor del Sol.
La roca, de 100 kilos y apenas un metro de diámetro, entró en la atmósfera a una velocidad de 80.000 km por hora.
Entró en la Península por la frontera entre Murcia y Almería y cuando se encontraba próximo a la vertical de Ciudad Real, alcanzó su altura mínima, unos 75 km sobre el suelo. A partir de ahí, el efecto del bajo ángulo de su trayectoria unido a la curvatura de la Tierra hicieron que su altura fuese aumentando. Entonces pasó casi sobre la vertical de Ciudad Rodrigo, en Salamanca, y se adentró en Portugal. Después, sobrevoló Bayona, en Pontevedra, y cuando se encontraba a unos cien km de distancia de la costa gallega abandonó la atmósfera terrestre como si se tratara de una piedra que rebota contra el agua. En total, recorrió 1.200 kilómetros en un minuto.