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En el palco del Mirandés hemos visto al famoso árbitro Pérez Lasa, que por cierto decía que la mano de Kijera sí había sido penalti; también al entrenador del Valladolid, Asier Garitano, que dejó el Eíbar tras el descenso, equipo al que él había subido a Primera y donde regresaron por la vía administrativa. En el palco hemos visto también al portavoz del Consejo de Administración del Alba, Luis Castelo, en representación del equipo.
