PATERNA DEL MADERA “Sendero del Tejo Viejo”
Albacete, 16 noviembre de 2014.- Este sábado, 15 de noviembre, tuvo lugar la cuarta de las rutas que la Diputación Provincial de Albacete organiza dentro de la I Edición de Rutas de Senderismo por la provincia. Después del éxito de las anteriores en Letur, Tobarra y Alcaraz era el turno para Paterna del Madera. Era la ruta con más altura de esta edición y se denominaba “Sendero del Tejo Viejo” PR- 32, incluida en la red de senderos “Verdenace” que la asociación Amigos de Paterna del Madera habían preparado para el disfrute de los 50 participantes. La cita volvió a ser un éxito entre los participantes.
Este es el relato que de la ruta hacen sus participantes, tras la experiencia vivida:
Comenzaba esta ruta sobre las nueve y media de la mañana con bastante frío y niebla desde el Cortijo de Tortas, pedanía de Paterna del Madera, que se encuentra de esta a 7 kilómetros. Un poco más abajo de aquí se cogía una pista forestal hasta Prao Redondo, donde ya cogeríamos una senda. Vamos dirección suroeste, a muy poca distancia nos encontramos con las ruinas de cortijo Jeromo, dejando a mano izquierda otra pista que va a Las Hoyas del Pino. Recorrido ya casi un kilómetro y medio más o menos nos encontramos con un cercado donde las reses bravas campaban a sus anchas, es el cortijo Quinquillero.
De aquí a unos seiscientos metros, encontrando en medio de la pista una gran roca que se había desprendido de la montaña, empezaría la ruta circular, ya que lo recorrido anteriormente lo tendríamos que desandar a la vuelta. A mano izquierda vemos la senda del barraco del ciervo, que es el camino por el que regresaríamos. Continuamos nuestra marcha por pista hasta Prao Redondo, donde nos adentramos en un bosque cerrado. En este lugar tendríamos que ir en fila india ya que nuestro camino se convierte en senda. A mano izquierda, paralelo a la senda que llevamos, aparece y desaparece un riachuelo que se va formando por el barranco de Las Hoyas, en algunos momentos parece que caminamos por un bosque de hadas, debido a la espesura y la humedad aparecen gran cantidad de musgos y líquenes aferrados en rocas y troncos que nos vamos encontrando, y debido a las aguas caídas estos últimos días hacen que su verde sea todavía más brillante, creando rincones preciosos, haciendo que la subida que llevamos sea más llevadera.
Seguimos andando unos dos kilómetros y salimos de la espesura del bosque y con un último esfuerzo para superar una importante pendiente, llegamos a la fuente del pino de los Muchachos, al pie del Almenara. Aunque no se podía divisar porque la niebla ocultaba toda su hermosura. Habríamos recorrido hasta aquí unos siete kilómetros y superado un desnivel de 300 metros. Excusa más que suficiente para echarnos al cuerpo algo consistente.
Nos encontrábamos en un entorno de alta montaña, donde la vegetación y la fauna que veíamos así lo atestiguaban.
A pesar de la poca visibilidad, un grupo destacado quiso hacer cumbre en uno de los picos más conocidos de nuestra sierra, el Pico del Almenara de 1796 metros de altura y con unas vistas impresionantes, las cuales si queremos observarlas tendremos que volver otro día, ya que la niebla solo dejo ver a duras penas al compañero que llevábamos delante.
La subida fue complicada ya que el desnivel era alto y a causa de la niebla, la humedad también, por lo que las rocas y la hierba que pisábamos escurría bastante, teniendo que extremar las precauciones al caminar. Tras todas estas dificultades llegamos a la cima, la niebla impedía ver los impresionantes cortados que allí había, por lo que nos hicimos la foto de rigor y para abajo, ya que el frío y la humedad a estas alturas es importante.
Si la subida fue complicada, parecía un paseo comparándola con la bajada, los escurrizones eran constantes y las caídas también, había zonas donde parecía que íbamos bajando por un tobogán, con el ‘culete’ en el suelo y deslizándonos, todo fue una anécdota ya que bajamos sin incidentes hasta la pista que se encuentra al pie del Almenara.
Nuestros compañeros ya habían partido hacia La Lagunilla a unos tres kilómetros y medio siguiendo esta pista.
Tras un pequeño tentempié partimos con buen ritmo para dar alcance al resto de compañeros. Al llegar a la Lagunilla giramos a mano izquierda y empezamos de nuevo a subir hacia el Puntal de Torca Raya, una subida de unos dos kilómetros hasta una curva hacía la izquierda donde la pista continua hasta la caseta de observación de Torca Raya, en esa curva cogemos una senda a la derecha, en dirección oeste, el barranco se queda a la derecha.
Nos adentramos en otro mundo, un bosque de hayas, acebos y pinos impresionante, una verdadera maravilla, pero por otro lado la senda era complicada, debido a la fuerte inclinación de esta y al barrizal que se había formado a causa de las lluvias.
En poco más de quinientos metros llegamos al Tejo Viejo un milenario y majestuoso ejemplar de tejo, pasamos por debajo de él y parece que en ese tramo de camino nunca el sol hubiera atravesado la espesura de sus ramas. Continuamos subiendo como quinientos metros más hasta llegar a la Cocota del Barranco del Ciervo, excelente mirador natural, desde el que podemos ver a nuestra izquierda, la caseta de Torca Raya; de frente el Almenara, todavía tapada por la niebla su cumbre, aunque había despejado bastante y a continuación, a la derecha, en la misma cuerda, la Piedra del Grito y la Peña de la Graja.
A nuestra espalda, en dirección noreste, abajo contemplamos el Cortijo de Tortas, inicio y final de este sendero.
Aquí nos volvimos a juntar toda la expedición, y comenzamos la ruta por la ladera del Barranco del Ciervo, que vuelve a situarse a nuestra derecha, pues hemos efectuado un giro, para descender hasta su base. El camino era complicado a causa del barro, a unos ochocientos metros llegamos a la Fuente del Barranco del Ciervo, de purísimas aguas y a doscientos metros de allí a la cruz de los barrancos, giramos a la izquierda, nos encontramos en este tramo unos impresionantes acebos, con su espectacular verdor y sus bayas rojas, típico de estas fechas.
Continuamos bajando hasta llegar al carril de las Hoyas, donde acaba nuestra ruta circular y que nos va a regresar en dos kilómetros y medio al Cortijo de Tortas. Una ruta perfectamente señalizada con dos pintadas en blanco y amarillo, y señales de madera, indicando la dirección y distancia. Un trabajo que la Asociación Amigos de Paterna del Madera han ido haciendo de manera excelente.
Una vez allí nos subimos a los autobuses que nos llevaran a Paterna del Madera, donde en el restaurante Almenara probamos un arroz con pollo de corral a la lumbre que quita el sentido y que remataba una maravillosa jornada de sábado.
La siguiente ruta será el próximo domingo día 23 de noviembre en Madrigueras, denominada “Ruta del Camino del Molino” de 21, 200 kilómetros de distancia, de una dificultad baja, que recorrerán tanto entornos naturales como urbanos, con salida a las 9:00 h desde la Plaza del Ayuntamiento de Madrigueras,