El extremo albaceteño Jaime Romero, ex del Alba, que fichó por el Qarabag de Azerbaiyán en verano de 2019, es noticia en El Mundo por vivir ahora de cerca la guerra en Nagorno Karabaj.
Recuerdan que el Qarabag trasladó, de urgencia, hace años, su estadio desde Agdam a Bakú, donde desde el verano del año pasado juega Jaime Romero, el único español que queda en el equipo. Eso sí, indica que también está su hermano (Daniel), que juega en el filial. «Cuando vienes a un país extranjero, sabes que vas a estar un poco solo. Así que al tener a mi hermano se está mucho mejor», relata Romero. Los dos viven en Port Bakú, una zona céntrica de la capital ubicada junto al mar.
Desde la atractiva Bakú, apenas se advierten los ecos de la herida entre Armenia y Azerbaiyán, que volvió a reabrirse a finales de septiembre. «Aquí la vida es normal. No hay sensación de peligro y seguimos como antes, porque el conflicto está en la otra punta. Aunque aquí hay bastante gente que lo está viviendo intensamente», señala Jaime.
Además, detalla que más que el conflicto bélico padece la situación Covid por los protocolos cuando viajan por Europa.
«La situación ha sido jodida. Desde marzo hemos sufrido cuarentenas raras. No estabas encerrado, pero los restaurantes no estaban abiertos. Luego abrían y cerraban a las 19.00 horas. Poco a poco se ha ido controlando. Ojalá podamos ir haciendo vida normal cuando pase la guerra y el virus», destaca.
