
El RCD Mallorca estrenará este fin de semana la grada supletoria del fondo norte del Estadio municipal de Son Moix en el partido contra el Albacete, pero si no cambian las cosas, el próximo 20 de diciembre tendrá que echarle el cierre y desmontar este anexo al recinto de juego, tal y como explica El Mundo.
Según la autorización de actividad no permanente en vigor que da cobertura legal a la misma, concedida por decreto por el Ayuntamiento de Palma el pasado 26 de agosto, la instalación solo se puede utilizar durante un máximo de nueve encuentros entre el día 30 de agosto y el citado 20 de diciembre.
En el citado permiso aparecen reflejados incluso los encuentros en los que este espacio con un aforo de 1.512 asientos podrá ser habilitado: desde el ya hoy lejano arranque de la Liga Adelante contra la Ponferradina, hasta el del Girona. No más.
El problema es que el club rojillo no empezó a hacer las obras para habilitar el graderío hasta el mes pasado cuando ya había consumido gran parte del calendario liguero que figuraba en la licencia temporal.
Un permiso no permanente concedido por los técnicos municipales en base a una justificación muy concreta: la celebración de los actos de centenarios del club durante 9 días. No hay otra razón.
Más allá de esa fecha la licencia en vigor no tendrá efectos. Cabría, claro está la posibilidad de que el club solicitase una prórroga de la misma en Urbanismo cosa que hasta ahora no ha sucedido. En este caso serán los jurídicos municipales los que tendrán que decidir si esta opción es compatible con una actividad no permanente o si la justificación que sirve de base al actual permiso continúa vigente. La realidad, a fecha de hoy, es que el club solo dispone de dos partidos para utilizar una infraestructura cuyo coste oficialmente se desconoce.
