Mientras la comunidad educativa, principalmente numerosos padres preocupados, piden el cierre de colegios en Castilla-La Mancha, el presidente de la Junta, Emiliano García-Page, decía cerca de las 13 horas de este jueves 12 de marzo que no había lugar para el cierre de centros y que los niños estaban mejor “en el colegio lavándose las manos dos o tres veces al día, que sueltos en las calles o los centros comerciales” o que en algunos sitios “se permitía el botellón” mientras tanto.
Pasadas las cuatro de la cuatro de la tarde era su jefe, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, quien en un tono mucho más conciliador y sin comentarios fuera de lugar, ofrecía una rueda de prensa en la que sí aconsejaba paralizar la actividad educativa presencial.
En esas estamos, en el pez que se muerde la cola, como suele decirse, a la espera de un pronunciamiento por parte del Gobierno regional, mientras se suman los cierres de colegios en otras Comunidades Autónomas y aquí los piden a gritos numerosos padres preocupados.
Por cierto, que el PP a la suya, mientras Sánchez comparece solo y atiende las preguntas de los medios por whatspap porque hay diputados que ya han dado positivo en coronavirus y han suspendido la actividad parlamentaria para evitar más contagios, en el PP de Albacete han convocado una rueda de prensa, a la seis de la tarde, de Carmen Navarro, diputada nacional, para hablar de temas de actualidad regional.
