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EL PSOE ANTE SU ALTERNATIVA DEL DIABLO

El periodista, novelista y espía británico Frederick Forsyth escribió en 1979 su novela titulada “La alternativa del diablo”, que ambientó en la época de la guerra fría y en la que los protagonistas deben tomar una decisión, que sea la que sea, y elijan lo que elijan, perjudicará sus intereses.

Hoy, treinta y siete años después de su publicación, el PSOE se enfrenta a su propia alternativa del diablo, ya que elijan lo que elijan y voten lo que voten los compañeros y compañeras en el Comité Federal del próximo fin de semana será perjudicial para sus propios intereses políticos.

No hay ningún militante, simpatizante y votante del PSOE que le apetezca lo más mínimo ver a Mariano Rajoy seguir ocupando la Moncloa, ninguno, seguro, sin embargo a todos nos gustaría ver sentado en el primer asiento del banco azul del Congreso de los Diputados a una persona que haya concurrido a las elecciones bajo las siglas del Partido Socialista, aunque lamentablemente, al menos hoy por hoy, esta circunstancia solo se da en sueños, por lo que no merece la pena seguir dando pábulo a tal posibilidad, porque el PSOE ni puede, ni debe pactar, ni siguiera para gobernar, con partidos independentistas, así de claro.

El Partido Popular ha jugado sus cartas a la manera de Rajoy, a saber, dejar pasar el tiempo y esperar que sean los demás los que le saquen las castañas del fuego, porque nadie del PP se ha calentado la cabeza, ni se ha devanado los sesos buscando aliados parlamentarios entre partidos más o menos afines a su ideología, más allá del insuficiente acuerdo con Rivera y sus Ciudadanos, y han fiado la continuidad de Rajoy al frente del Gobierno a lo que vote el Partido Socialista, sin olvidar que unas eventuales terceras elecciones les serían aún más favorables que lo fueron en Junio.

Y en esas estábamos cuando el PSOE se desestabilizó a sí mismo en un Comité Federal de infausto recuerdo y radiocomunicado casi en directo, para más inri. La decisión que tiene que tiene que adoptar el Comité Federal del próximo fin de semana, es quizás la más importante desde que se abandonara el marxismo como ideología oficial del partido allá por 1979, y no es otra que posibilitar que Rajoy siga al frente del Gobierno, o si por el contrario vamos a unas terceras elecciones que nadie quiere, salvo el Partido Popular, aunque finjan querer lo contrario.

La decisión es harto complicada y se elija la que se elija, será perjudicial para nuestros intereses como partido político, porque si se opta por mantener el No es NO acordado en el Comité Federal del día 9 de julio, estaremos abocados a unas nuevas Elecciones en las que todo apunta a que volveremos a cosechar de nuevo “el peor resultado de la historia”, ya que el PSOE concurrirá a las mismas con un candidato o candidata de prestado y de última hora, con un partido abierto en canal y desangrándose por las esquinas, y esta situación, de cara a la ciudadanía, es la peor para pasar por las urnas. Aunque eso sí, nadie nos podría tachar de no ser consecuentes y coherentes con lo pregonado en la campaña electoral de Junio pasado, si es que alguien se acuerda de ello.

Pero como las desgracias nunca vienen solas, en diciembre de 2016 igual también dejamos de ser el principal partido de la oposición, porque la coherencia no siempre es premiada en forma de votos y escaños. El hartazgo de la ciudadanía es más que evidente y cuando uno pasa por el colegio electoral con desgana igual no reflexiona mucho, y decide castigar a quien le ha obligado a ir a votar, de nuevo, en vísperas de Nochebuena, por muy coherente que haya sido esta decisión.

Puede, solo puede, que unas terceras elecciones nos dejen un parlamento con un PP mucho más fuerte y un PP que solo necesite reeditar su pacto con el ciudadano Rivera para gobernar. Un Parlamento que igual tiene como principal partido de la oposición a Unidos Podemos y sus confluencias y donde el PSOE vea mermada su capacidad de influencia de forma notable, y es que cuando se inicia la caída, nunca se sabe donde se acabará.

Si por el contrario se opta por facilitar que Rajoy deje de estar en funciones para el día de Todos los Santos, siempre se nos achacará habernos vendido a la derecha y al Ibex-35, además de habernos dejado convencer por los editoriales de los principales diarios de tirada nacional. Eso sí, que no se nos olvide que será un presidente del Gobierno con una mayoría Parlamentaria insuficiente, obligado a pactar hasta la hora del bocadillo, y donde el PSOE será el principal partido de la Oposición con una capacidad de influencia más que notable, ya que siempre tendrá a la mano la decisión de provocar unas nuevas elecciones, cuando las heridas se hayan restañado y cuando se cuente con una nueva persona al frente del partido, elegida tras un Congreso Extraordinario a celebrar, a ser posible, dentro de este mismo año.

Tan malo será acudir a una nueva cita electoral en las peores condiciones imaginables y en las que quizás el PP pueda ver ampliada su ventaja electoral, a pesar de la Gürtel, y por lo tanto tener que aguantar a Mariano otros cuatro años, como posibilitar que Rajoy & Cía, sigan gobernando al menos durante los dos próximos, ya que la minoría parlamentaria no da para muchas alegrías.

El corazón y las tripas optan por el NO, pase lo que pase y le pese a quien le pese, y la cabeza, ¡Ay, la cabeza…! te dice que una retirada a tiempo es una victoria, que ganar tiempo en épocas de adversidad para reorganizarse es la mejor de las opciones y que si hay que ir se va, pero ir para perder… Y en esas seguimos, en nuestra particular alternativa del diablo.

Como no formo parte del Comité Federal no tendré la responsabilidad de tomar una u otra decisión, aunque la tengo tomada desde que finalizó el último y dichoso Comité, y la haré pública donde toca, en los órganos de mi partido. Todo lo dicho anteriormente son las reflexiones que yo mismo me hago diariamente y que me han servido para conformar mi decisión final y que conste que no ha sido fácil, la alternativa del diablo es una auténtica… (pon tu mismo el calificativo que prefieras).