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EL PSOE APRIETA LAS TUERCAS AL ALCALDE

Corría el mes de mayo del año 2012 y el equipo de gobierno del Partido Popular, en aquel entonces capitaneado por Carmen Bayod, decidió, de la noche a la mañana, tapar la boca de los representantes de los trabajadores y de los usuarios en las Juntas Rectoras de los Patronatos Municipales de las Escuelas Infantiles y la Universidad Popular, toda vez que les suprimió la posibilidad de votar en dichos órganos colegiados.

Todo en este mundo tiene su explicación, como le gusta decir a una amiga mía, y en esta ocasión no va a ser menos. Un poco antes de esta alocada decisión, tanto los representantes de los trabajadores como los de los usuarios de las Escuelas Infantiles habían votado en contra de la propuesta ‘popular’ de echar el cierre a la Escuela Infantil de Campollano, y claro, llevar al contra al Partido Popular, cuando este tiene mayoría absoluta, como ocurría en el año 2012, tuvo sus consecuencias.

Alguien bienintencionado puede pensar que aquella decisión pudo responder a una mala utilización del poder que dan las mayorías absolutas, a una nefasta decisión de una determinada persona, en este caso la alcaldesa, o de un pequeño conjunto de personas, léase Equipo de Gobierno, pero cuando llueve sobre mojado la cosa cambia. Y en este caso la lluvia ha caído a cantaros durante muchos años.

En el cuatrienio de gobierno del Partido Popular entre los años 1995 y 1999, el alcalde y los concejales de entonces ya quitaron las llaves de los centros socioculturales a las asociaciones de vecinos, pusieron candados a los termostatos de la calefacción y ¡Oh, casualidad!, quitaron el voto a los representantes de los trabajadores y usuarios en el Patronato de la Universidad Popular.

En el mes de junio de 2015 entró en vigor la Ley Mordaza del ministro más ultraderechista de Rajoy, a saber Jorge Fernández Díaz, una Ley que puede atentar contra siete derechos fundamentales ni más ni menos, como el de la libertad personal o el de intimidad, entre otros.

Pero la mayoría absoluta de Rajoy no se quedó solo ahí, casi desapareció la negociación colectiva del vocabulario de los trabajadores, los dependientes dejaron de ser un colectivo a proteger y los parados vieron como desaparecían primero sus opciones de encontrar un trabajo y después sus prestaciones.

Estos ejemplos lo que vienen a confirmar es que estas decisiones no obedecen a momentos puntuales, situaciones concretas, o que están tomadas por personas individuales, sino que forman parte del ADN del Partido Popular, ya que de lo que estamos hablando es de recortar derechos a la ciudadanía, y ahí querido lector no todos somos iguales, los hay que desmantelan en un santiamén lo que otros construyen a lo largo de décadas.

Un poco más arriba se ha podido leer, que entre 1995 y 1999 sindicatos y usuarios perdieron el derecho al voto en la Junta Rectora del Patronato de la Universidad Popular, y tuvo que ser un alcalde socialista, Manuel Pérez Castell, el que devolviera ese derecho. Derecho que perduró hasta que una alcaldesa del Partido Popular lo cercenó de nuevo, y como la historia se repite, ha tenido que ser el Grupo Municipal Socialista el que ha llevado al Pleno municipal una moción para volver a ponerlo en vigor, contando con el apoyo del Grupo Municipal de Ganemos Albacete, del concejal no adscrito y con la abstención de los “Rivera’s Boys”. Pero es que además, el que en esta ocasión se haya hecho desde la oposición, dice mucho y bien de quienes han tomado la iniciativa, porque pone en valor su estrategia de trabajo en favor de la colectividad y de su capacidad de diálogo para atraer a los demás grupos hasta sus posiciones.

Pero lo fácil está hecho, vencer por la fuerza de los votos al Partido Popular y recordarle a nuestro alcalde, tan hierático él, que portará el bastón de mando en la cabalgata de la Feria, pero que el gobierno de la ciudad depende de los demás grupos políticos, lo complicado viene ahora, y no es otra cosa que “obligar”, con las armas que la democracia ha puesto al servicio de los grupos de la oposición, a que lleve a buen puerto lo que la mayoría del Pleno decidió hacer, porque ni que decir tiene que eso de devolver derechos al Partido Popular le cuesta un dolor, tanto que votó que NO en el Pleno, y ya sabemos lo que ocurre con las mociones, que aun siendo aprobadas por la mayoría plenaria no cuentan con el beneplácito del PP, que duermen el sueño de los justos, que dirían los clásicos griegos.

El Grupo Municipal Socialista ha logrado, una vez más, apretar las tuercas al alcalde, en esta ocasión en algo tan delicado como el respeto a los derechos de las personas, esperemos que, en contra de lo que viene siendo habitual, el alcalde haga lo que le dice el Pleno y rectifique el grave error que cometió el anterior Equipo de Gobierno ‘popular’. De no hacerlo, se encontrará, no solo con la reprobación del resto de concejales y concejalas, sino con la del conjunto de la sociedad que debe, debemos, decir ¡Basta ya!, ante tanta tropelía del Partido Popular, porque se empieza quitando el voto por aquí y por allá, y se termina encarcelando sin más al que tiene una opinión contraria a la del que manda.

Avisados estamos, como también lo estaba el Real Unión Irún del potencial del Alba y se dejó los tres puntos en el Belmonte. Aunque en este caso, sí deseamos que siga cundiendo el ejemplo.