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Día de Castilla-La Mancha cargado de emoción en los reconocimientos

“Con profunda emoción y un sincero sentimiento de gratitud” han intervenido hoy, durante el acto institucional del Día de Castilla-La Mancha que se ha celebrado en el Palacio de Congresos de la ciudad de Albacete, el músico Luis Cobos y monseñor Alejandro Arellano, quienes han recibido la Medalla de Oro con la que el Ejecutivo autonómico ha querido reconocer sus trayectorias este año en nombre de toda la sociedad castellanomanchega.

En primer lugar, el músico, compositor y director de orquesta Luis Cobos, ha tomado la palabra para agradecer, en nombre propio y de todos los reconocidos y reconocidas, “el alto honor de esta distinción de la Junta de Comunidades, que es símbolo del compromiso, trabajo y la pasión que cada uno de nosotros hemos puesto, desde diferentes ámbitos, al servicio de las mujeres y hombres que llenan nuestra tierra”. Además, Cobos ha puesto en valor que todas estas distinciones conforman “un homenaje colectivo a la diversidad de talentos, trayectorias y sueños que hacen de Castilla-La Mancha una tierra viva, rica y profundamente humana”.

Durante su intervención, Cobos, nacido en Campo de Criptana (Ciudad Real), ha recordado su tierra natal, a la que ha definido como “tierra de anhelos, leyendas y vid; de música y corazón, gestas por vivir, tierra de sueños y libertad, vino, sudor y afán, aspas al viento y valor”, al tiempo que ha expresado su deseo de que “en esta tierra de sueños y libertad, sigan conviviendo en armonía la tradición y la vanguardia, sin que ninguna de ellas tenga que renegar de la otra”.

También se ha referido Luis Cobos a Castilla-La Mancha como un lugar “que transmite tolerancia, convivencia e inclusión; valores de los que emanan la dignidad y la honestidad”. Asimismo, ha asegurado que “Castilla-La Mancha no es un lugar en el mapa, es una manera de ser, una manera de mirar la vida, donde se aprende que los vientos unas veces soplan a favor y otras en contra, como en nuestra Sierra de los Molinos”.

El músico ha repasado también el significado de toda su trayectoria, que ha resumido en la capacidad de crear “una sinfonía en soledad, que necesita, para llegar al público, intérpretes y ejecutantes que le dan vida. Cada logro es fruto de muchas manos, de muchas voces y muchos silencios bien escuchados”, a la vez que ha defendido a la música “como uno de los pilares de nuestra convivencia”.

Por último, ha reiterado el agradecimiento de todos los reconocidos hoy “por recordarnos que Castilla-La Mancha no olvida a quienes la aman, la cuidan y la representan”.

Una sociedad comprometida con la justicia social

A continuación, ha intervenido también en el acto institucional monseñor Alejandro Arellano, natural de Olías del Rey (Toledo), que, ordenado obispo en el año 2023, ostenta actualmente el cargo de decano del Tribunal de la Rota Romana. En su discurso ha definido Castilla-La Mancha como un “horizonte lleno de rostros, imágenes y recuerdos, donde recibo este reconocimiento como un hijo de la Iglesia a la que debo todo cuanto soy y todo cuanto tengo”.

Con sus palabras, Arellano ha reiterado su gratitud ante “el gesto que habéis tenido para mi persona, convencido que todo es gracia, es decir, don, sin cálculos, sin méritos, solo por generosidad”. Y eso, ha remarcado, “lo siento como un reconocimiento al nosotros, que es la Iglesia a la que pertenezco y a la que he vinculado mi vida”.

Asimismo, ha denunciado la “violencia fratricida, guerras que causan un inmenso dolor; víctimas inocentes, especialmente niños y mujeres, y excesos que se verifican cuando se olvidan los principios fundamentales de una sociedad: las máximas de justicia, libertad y caridad”, en alusión a los conflictos bélicos actuales. En contraposición, ha aludido a “esta región, Castilla-La Mancha, en la que también se lucha, pero con armas incruentas, por la verdad, la justicia y el bien común, buscando el desarrollo integral de los pueblos y de las personas”.

Por tanto, monseñor Alejandro Arellano ha apostado por defender la labor de la Iglesia como “elemento fundamental para la construcción de una sociedad pacífica y humana que se compromete con la justicia social en favor de los derechos de los pueblos y de las personas”.

Para finalizar, ha hecho un llamamiento a convivir con “un servicio a la verdad, a la justicia y a la caridad, a la que estamos todos llamados para construir una comunidad autónoma, Castilla La Mancha, cada día más verdadera, más justa, más libre, más bella para todos”; por lo que ha citado tanto a la Virgen de los Llanos como a la Virgen del Sagrario “para que nos protejan”.

Un total de 43 de reconocimientos

El Ejecutivo de Castilla-La Mancha ha querido reconocer a la sociedad regional este año 2025 con un total de 43 reconocimientos a través de dos Medallas de Oro, 17 Hijas e Hijos Predilectos, doce Hijas e Hijos Adoptivos y doce Placas al Mérito Regional.