Mucho se viene hablando estos días de una comida organizada por el expresidente de Castilla-La Mancha, José Bono, a la que invitó al líder de Podemos, Pablo Iglesias, y al expresidente del Gobierno y exsecretario general del PSOE José Luis Rodríguez Zapatero. El tema ha saltado a los medios nacionales y ha abierto cierta crisis interna entre los socialistas, en unos días en que se ponía en duda el liderazgo de Pedro Sánchez y su relación con la presidenta de Andalucía, Susana Díaz.
El caso es que Bono, al que hay que reconocer que siempre le ha gustado ser la novia en la boda o el niño en el bautizo, no da puntada sin hilo y organizó esta comida muy consciente de lo que supondría, por mucho que ahora diga en los medios que si llega a saber que se monta esto no lo hace.
Ha cabreado y mucho a compañeros como Luz Rodríguez, exconsejera en la región con José María Barreda, y que ha criticado fuertemente a Zapatero por acudir a esa cita.
Pero el caso es que, según ha podido saber MasqueAlba, al margen de temas nacionales –que se trataron- (no olvidemos la espinita de Bono por no poder liderar el PSOE a nivel nacional, algo que no logró precisamente porque ganó Zapatero) en esa reunión se abordaron también temas de interés regional. De hecho, el propio Emiliano García-Page ha renocido tras esta publicación que fue invitado a esa comida, aunque aseguraba que no se habló de pactos. Reconoce que la comida la organizó Bono y dice que va a luchar por quitarle votos a Podemos.
El candidato del PSOE en la región es pupilo de Bono y a su mentor le encantaría que Emiliano García-Page fuera el próximo presidente de Castilla-La Mancha. Pero entre la reforma de la Ley Electoral que ha llevado a cabo el PP, y que ha reducido a 33 los diputados regionales, además de la emergencia de nuevas fuerzas como Podemos que están arrasando, al menos según las encuestas de intención de voto, hace que los socialistas de la región sean conscientes de que sus posibilidades de ganar la Junta pasan porque se rompa el bipartidismo y puedan pactar con la que sea la tercera fuerza política en la región.
De hecho, las encuestas que manejan todos los partidos dan la mayoría al PP o la victoria en votos al PP pero con escaños para fuerzas como Podemos, que podrían dar el gobierno al PSOE en virtud de un acuerdo.
La mayoría socialista no se contempla y eso es algo que todos saben. Además, al secretario regional de los populares, Vicente Tirado, ya le hemos oído hablar en sus dos últimas intervenciones en actos en Albacete de que el peligro para la región se llaman “Page y Podemos”. Y eso es porque en el PP también saben que pueden perder el Gobierno si hay un hipotético acuerdo entre ambas fuerzas, siempre que Podemos concurra a las elecciones, obtenga diputados y pacte después por el PSOE.
Así las cosas, Bono se encargó de empezar a perfilar con Pablo Iglesias lo que podría ser el ‘desembarco’ de este partido en las Cortes Regionales como socio de Gobierno de Page.
Por cierto, que así apoyarían, en cierto modo, el movimiento de Claro que Podemos, frente a otras líneas independientes como la que promueve, además, en la región el excalde socialista de Casas Ibáñez, Gregorio López.
Lo dicho que la comida de Bono-Zapatero-Iglesias dio para mucho y en ella se habló de mucho más de lo que realmente se está conociendo. Lo de Zapatero, al parecer, fue una invitación para asegurarse una mayor repercusión en los medios nacionales. Si es que hay que reconocer que José Bono siempre ha sabido dar titulares a los medios.