Una familia española que compró una vivienda en el último trimestre de 2020 con un tipo fijo destinaba el 15% de sus ingresos al pago de la cuota hipotecaria, un esfuerzo que se ha reducido en un punto porcentual hasta el 14% en los últimos 5 años. Por el contrario, si en vez de comprar se decantaron por el alquiler, haciendo en aquel momento un esfuerzo del 32% de sus ingresos familiares, en la actualidad deberían destinar el 35% de los mismos al pago del alquiler, según un estudio publicado por idealista.
La explicación a este fenómeno la encontramos en que, a pesar de que los ingresos familiares en ambos casos habrían crecido del mismo modo, los tipos fijos provocan que el esfuerzo sea cada vez menor, mientras que el encarecimiento por las actualizaciones anuales del alquiler, por el contrario, mantienen la tasa de esfuerzo o la incrementan si los ingresos no crecen a la par.
Esfuerzo de compra menguante
Por esta razón, en todas las capitales españolas el esfuerzo de quien compró en 2020 es menor que el que realiza actualmente, excepto en la ciudad de Oviedo donde se ha mantenido estable. La mayor reducción se ha producido en quienes compraron en la capital malagueña, que han visto reducida su tasa de esfuerzo desde el 21% del momento en que compraron hasta el 18% que realizan actualmente. Con 2 puntos menos de diferencia encontramos un grupo de 14 ciudades entre las que están Barcelona, Palma, Bilbao o Valencia, mientras que con un solo punto están Sevilla y Alicante entre los grandes mercados.
En el caso de la ciudad de Albacete, el esfuerzo para pagar una hipoteca ha pasado del 13 al 12% desde el año 2020.
Alquiler creciente
En el caso del alquiler, por el contrario, la tasa de esfuerzo de quienes firmaron un arrendamiento en el cuarto trimestre de 2020 ha subido en todas las capitales, excepto en Melilla. El mayor incremento del porcentaje de ingresos familiares que hay que destinar al pago de la renta se ha dado en Palma y San Sebastián. En ambas ciudades, quien alquiló una vivienda en 2020 tuvo que aportar el 28% de sus ingresos para hacer frente al alquiler, un porcentaje que ha subido 4 puntos hasta exigir el 32% de lo ingresos familiares, de forma similar a lo sucedido en Bilbao (del 27% al 31%) o Las Palmas de Gran Canaria (del 25% al 29%). Les siguen Barcelona, Madrid, Málaga, Alicante, A Coruña, León, Oviedo, Vitoria, Cádiz. Santander, Sevilla, Valladolid, Granada, Logroño, Segovia. Huesca, Ourense y Pontevedra, con 3 puntos más de esfuerzo necesarios.
En Albacete, el esfuerzo para alquilar ha subido del 21 al 23%.
Mejor que cambiar de casa
A pesar de que el esfuerzo de quienes viven alquilados ha crecido, en la inmensa mayoría de ciudades la tasa de esfuerzo que deberían realizar para alquilar una nueva vivienda es mayor que la que están realizando. Según el estudio de la tasa de esfuerzo de alquiler del cuarto trimestre de 2024, la mayor diferencia se da en Barcelona, ya que una familia que salga ahora al mercado deberá destinar el 49% de sus ingresos al pago del alquiler, frente al 34% que estaban destinando desde 2020: 15 puntos más. La situación es similar en las ciudades de Palma y Valencia (13 puntos de esfuerzo más en el mercado actual en ambos casos), Segovia o Málaga (11 puntos más). En Madrid la realidad del mercado exige 9 puntos más a las familias que necesitan una casa nueva frente a las que ya disfrutan de un alquiler.
Por el contrario, hay un trío de capitales en las que el esfuerzo que hacen las familias que llevan de alquiler desde 2020 es mayor que el que tendrían que hacer si salieran a buscar una nueva vivienda hoy: Pamplona, Vitoria y Huesca comparten una tasa un punto por debajo de la que están realizando. Además, hay 8 ciudades en las que esa tasa se mantiene estable, por lo que sería indiferente en términos de esfuerzo cambiar o no de vivienda.