Los cerca de 9.700 aficionados que se dieron cita en el Carlos Belmonte este domingo celebraron con gran alegría y entre aplausos para el equipo la importante victoria conseguida frente al Barça B, rival directo en la lucha por la salvación, que nos deja casi con un pie y medio en Segunda. Aunque todavía no está todo hecho, lo cierto es que esta victoria es un golpe de moral y una inyección importante de puntos y ello se notaba en la cara de los jugadores. Mucha alegría con el pitido final.