Por Carlos Garrido
Más de 300 participantes, entre ellos profesionales y campeones de España, participarán en una prueba lúdico-deportiva que ya se está haciendo un hueco en el calendario de las grandes citas
Lo que comenzó como una quedada entre amigos en una finca privada hoy se ha convertido en una de las pruebas ciclistas no competitivas con más alma del calendario. La Manchuela Gravel regresa este año con su tercera edición, consolidándose como un evento de referencia para los amantes del gravel y del ciclismo de aventura. El próximo sábado, a las 8:30 de la mañana, más de 360 participantes de toda España —y también de países como Andorra, Portugal o Suiza— tomarán la salida desde Casas Ibáñez para recorrer los paisajes únicos de la comarca de La Manchuela.
La prueba no tiene cronómetro ni clasificaciones. Aquí el objetivo es otro: disfrutar del territorio, del deporte y de la convivencia, según explican sus organizadores, los hermanos Paco y Juan Murcia. Y vaya si lo han conseguido.
Tres recorridos, una experiencia
En esta edición, los ciclistas podrán elegir entre tres rutas:
- 50 km (corta)
- 85 km (media)
- 110 km (larga, con 1.300 metros de desnivel acumulado)
Todas con salida y llegada en Casas Ibáñez, pasando por enclaves espectaculares como Alcalá del Júcar, Jorquera, La Recueja, el Embalse del Molinar o Villa de Ves. Se alternan tramos de tierra y asfalto para garantizar una experiencia variada, exigente pero accesible.
La seguridad está cuidada al detalle: todos los participantes estarán geolocalizados por GPS en tiempo real, y el recorrido contará con puntos de avituallamiento, ambulancias, UVI móvil y asistencia por caminos. Además, los familiares podrán seguir la evolución de los ciclistas desde el móvil, lo que hace del evento una experiencia compartida.
Más que ciclismo
La Manchuela Gravel es también un evento social y gastronómico. Antes de salir, los participantes podrán disfrutar de un desayuno casero con productos típicos de la zona. Y al cruzar la meta les esperará una gran comida a base de gazpacho manchego, bebida, música en directo y un ambiente festivo que convierte esta marcha en una celebración.
Cada inscrito recibirá una completa bolsa del corredor con un maillot diseñado por Gobik (marca que viste a equipos UCI como Movistar o INEOS), productos de alimentación deportiva de Nutrinovex, obsequios de Granja Rinya, café de Cafés Reke, regalos de Spiuk y otros patrocinadores.
Turismo, sostenibilidad y comunidad
Desde su primera edición en las Hoces del Cabriel —espacio protegido como Reserva de la Biosfera por la UNESCO—, la organización ha apostado por un modelo de ciclismo respetuoso con el entorno, sin señalizaciones físicas, usando solo navegación GPS. Una apuesta por la sostenibilidad y el turismo activo, que ha tenido eco incluso fuera del evento: muchos ciclistas han vuelto a La Manchuela tras conocerla en ediciones anteriores.