A la hora de comprar existen dos Españas: en la zona del mapa que tiene el piloto verde están las regiones que aumentaron su gasto en alimentación el año pasado. Son las que, a medida que se ha ido recuperando la economía, han destinado más dinero a la compra en el ‘súper’. Pero también son la excepción, pues en el citado mapa predomina el rojo que colorea aquellas comunidades que redujeron el desembolso anual en comida. En este caso encontramos a Castilla-La Mancha y, por extensión, la provincia de Albacete, donde el gasto medio cayó más de un 4%.
En España, en conjunto, destinamos una media de 4.086 euros en productos de gran consumo, como son alimentación o higiene.
El recorte en el gasto en 2016 fue generalizado, aunque dentro del mapa nacional hay reductos donde, o bien se salió menos y se compró más provisiones para el consumo doméstico, o se hicieron ambas cosas.
El desembolso sólo creció en zonas puntuales, sobre todo en el norte. Es el caso de Galicia, Aragón, Navarra, Asturias y Cantabria. Los que más incrementaron su gasto en las tiendas de alimentación y droguería fueron los asturianos. En Castilla-La Mancha el consumo bajó.